Huele a jarrito nuevo

Max Avila

17 de noviembre, 2009

Los dipus locales están al punto de estrenar casa. Y de acuerdo a la información será una casononona bonita y funcional, y pssssss qué bueno ¿no?. Sease que los llamados “padres conscriptos” ya no pelearán el estacionamiento no solo con sus colegas, sino con reporteros, policías, empleados, vagos y uno que otro visitante incómodo. Será cosa del pasado las mentadas, “los arrejuntes”, las amenazas y las sentencias del “nos vemos a la salida jijo de tu tal por cual”. Y todo por la necesidad de “parkiar” el mueble en lo que pareciera prioridad legislativa. Seguro que al interior tampoco habrá problemas de tráfico y menos en el recinto cuya modernización ha de imponer respeto y tolerancia. Digamos que las curules y los laberintos formados a su alrededor dejarán de ser trincheras y armas de doble y triple filo pa’ quienes agotaban su capacidad de gestión en el estacionamiento. Y es que ahora los dipus contarán con espacios tan anchos como su imaginación en busca de grandeza. Habrá lugar pa’l consumo cómodo de sus alimentos y, ¿porqué no?, pa’ “echarse un coyotito” cuando los atormente el aburrimiento o la urgencia de legislar a contratiempo y en bien de Tamaulipas y la república. Y creo que me quedo corto porque esta comalada da pa´ eso y “muncho” más. Esperemos, eso sí, que los dipus estén a la altura del esfuerzo que significa construirles el inmueble que reciben. Por lo pronto sus paisanos agradecidos lo entregan, allá ellos y su mala cabeza si han de cuidarlo y darle el lustre y la prestancia republicana que merece. De manera que hay nuevo palacio Legislativo y a uno como que le gana la nostalgia. El escribidor recuerda cuando los legisladores eran escasos y laboraban en el palacio de Gobierno. Imágenes que no borra el tiempo como aquella donde llegaba Diego Navarro con los estragos de sus excesos a flor de piel gritando al oficial mayor: “Oye toño trae todo lo que tenga que firmar porque ora no traigo tiempo pa’ hacerle al pendejo”. Folklórico este líder de la FTT, además de admirado por su habilidad de bailar con un vaso de bebida espirituosa sobre la cabeza. ¡Bueno el caón pa’l chupe y el desmadre!. ¿Sabía usted que Diego fue empleado de Fox cuando ambos trabajaban para la Coca Cola de Tampico?. Fue por aquellos heroicos tiempos que ingresó el primer diputado de oposición de apelativo creo Ledezma del Partido Popular Socialista, gracias a que el inolvidable Juan José Guevara convenció al gobernador de la necesidad de enriquecer al legislativo con la aportación y discusión de ideas ajenas al PRI. Era un agasajo observar la pulcritud y el formalismo parlamentario del propio Juan José, pero también de Venustiano Guerra, Eloy Benavides o de Cuca Perales. Líderes en serio, respetados por la entrega a las causas de su partido. Modestos, sensibles y apasionados defensores de la revolución de 1910 y sus próceres. Modestos y sencillos, digo, como Venustiano Guerra quien fuera dirigente estatal del PRI, diputado local, y presidente muchos años de la junta de Conciliación y arbitraje y que siempre rentó casa. Venustiano un verdadero héroe del viejo priísmo, fue quien detuvo la renuncia de toda la dirigencia estatal la misma noche en que Zabludovsky dio a conocer “el destape” de Enrique Cárdenas González pa’ gobernador del estado. Hubiera sido un escándalo, pero pudo más la institucionalidad del “viejón” que además logró que la información no trascendiera. Desde entonces ha pasado mucha agua bajo el puente y ha de seguir transcurriendo porque la historia de Tamaulipas, no para, sigue, sigue. He dicho. SUCEDE QUE Cierto, los bonos de Cruz López Aguilar se dispararon, pero Tamaulipas no está en su agenda y menos en su camino. Así lo ha ratificado ante quien debe y en este sentido, colorín, colorado el cuento se ha terminado. Hasta la próxima.