¿ Y “los cachirules” apá?

Max Avila

2 de noviembre, 2009

Okey, ya nos pegaron y nos volverán a pegar tantas más cuantas veces se les ocurra, que pa’ eso son gobierno. Refierome por supuesto al legislativo que en santa complicidad con el ejecutivo federal insiste en quemarle la cola al diablo a pesar de las advertencias en sentido de que todo este relajo podría terminar en tragedia. ¿ A qué le tiran?, pregunto yo, porque si se trata de acumular dinerillo bien podrían empezar por su casa y dejar en paz al respetable que ninguna culpa tiene de estar en manos de este irresponsable y a la vez misérrimo panismo. ¿Qué esperan pa’ desinflar el aparato burocrático origen y esencia de las desgracias ciudadanas?. Y qué tal los sueldos de los funcionarios que debieran reducirse a la mitad compensando el resto con el “honor” que dicen sentir cuando asumen el puesto, aunque “de eso no tamos hablando”, diría aquel. Claro, se fueron por la fácil dejándose caer sobre la mayoría a la que no queda más remedio que reír cuando ya nomás le quedan lágrimas pa’ llorar el día de su sepelio. Antonio López de Santa Anna, dictador por convicción, vocación y mandato divino, aquel que obligaba a pagar hasta por número de puertas, ventanas y animales domésticos, decía que mientras la gente pagara aunque se enojara no había problemas, pero cuidado cuando se burlaba y rechazaba cumplir con los impuestos. Esto último ya está sucediendo y ojo porque cuando los obispos son atacados por el miedo quiere decir que el asunto es más serio que impartir la bendición a una pareja en pecado. Y de esto deja constancia Antonio González el repre de el Vaticano en Victoria, constancia digo, no de la bendición del pecado sino del pánico que corroe a la iglesia. Ni modo de negar que por sus errores el gobierno panista ha caído en una trampa de la que no sabe como salir, “ni saldrá” como diría don Teofilito. De manera que los verdugos debieran empezar por su casa. Sea que los mentados,- por tantas mentadas-, legisladores que ahora parecen disfrutar de su fiesta, están en la obligación de recomponer todo este desmother y la oportunidad la tienen cuando la exigencia de eliminar a los “pluris” recorre el país. “Ya basta, dicen las voces autorizadas-, de tanto parásito que solo son una carga para Juan Pueblo”. El de la voz agregaría que también son una maldición porque participan con singular alegría de inconfesables magnicidios como el que sufrimos “hoy en día”. ¿A quién se le ocurrió esta pendejada?, ¿a Echeverría o López Portillo?. A quién haya sido, ¡qué shinga nos puso!, porque ahora como que no hay modo de sacudirnos esta peste que ataca por los cuatro flancos a la patria debilitando la salud republicana. Ahora mismo, usted ya lo sabe, el 40 por ciento de los dipus federales son “cachirules”, sea que doscientos no debieran estar en san Lázaro, pero ahí están nomás avergonzando a la democracia. Y deje, lo que nos cuestan estos tales por cuales. Pero hay un Dios que todo ve y todo lo juzga. SUCEDE QUE Y ya entraos en gastos y en buena onda, que bien que se transparentara el costo real de los “Correcaminos” a la UAT. Digo, nomás por satisfacer la curiosidad ciudadana, no por otra cosa. Ahora resulta que hasta los nuevos billetes de cien pesos traen errores, ¡joder!, que casi nada le sale bien al gobierno panista. Ah, pero que buenos salieron pa’ madrear a la economía popular dejándola en calidad de moribunda a simple golpe de malletazo. Mientras tanto hay que prepararnos pa’ celebrar otro aniversario de la Revolución Mexicana que nomás nos queda uno pa’l centenario y la intención es llegar en paz, si es que llegamos, si no, psss no. Por lo pronto, ¡qué vivan Zapata y Villa chingao!. Y hasta la próxima.