Ni de aquí ni de allá

Max Avila

15 de octubre, 2009

Ricardo Gamundi despierta pasiones, por eso no es raro que dos ciudades se lo disputen; en la capital del estado dicen que es de Reynosa y ahí aseguran que es de Victoria, y el prócer solo sonríe, sabedor de que geografía es un estado de ánimo y en ocasiones un capricho de la naturaleza que nada tiene que ver con la emoción de sentir que el aire le pela los dientes. Por eso ríe y hasta “se carcajia” de quienes pretenden ubicarlo en la categoría de indeseable. En la fronteriza ciudad ya lo sentenciaron: “¡ni se te ocurra!, por acá ni te aparezcas, pero si lo haces tendrás que formarte al final de la cola”. Y en esas están cetemistas y grupos que por tradición acarician la posibilidad de “ser mano” en las elecciones locales. Y Gamundi toma nota, al tiempo que recuerda a sus adversarios que todo Reynosa es Veracruz y a eso se atiene con el agregado de sentir el apoyo de Fidel Herrera, el gober del vecino estado que se ha visto muy movidito por las riberas del Bravo sin saberse con exactitud el motivo y la razón de sus querencias, pero de que las mueve en sus visitas harto frecuentes, no hay duda. Es el mismo Fidel que araña y patalea negando que uno de sus alcaldes haya muerto de influenza en Tampico, precisando que fue la “gordura mórbida” que finalmente lo alejó de este mundo cruel después de dos infartazos. El gober veracruzano refierese a Belisario Betancourt, presidente municipal de Chinampa de Gorostiza quien con la urgencia del caso fue ingresado en algún hospital del puerto y con la misma prontitud falleció, dejando tras de sí un escándalo…Fidel asegura que el asunto se ha convertido en político, pero la verdad no se ve por donde. El pobre hombre murió, de influenza o el corazón, pero de que murió eso-que-ni-que. En estas condiciones, ¿podría Fidel dar el espaldarazo a Gamundi?...eso estaría por verse, y a lo mejor dependerá de la cotización del dólar o el comportamiento de la bolsa de valores que en las últimas fechas se ha incrementado, yo diría que de manera peligrosa, aunque los optimistas suponen que es para bien, de los ricos desde luego, que no de la jodencia que va a la baja no solo en el empleo sino en el ataque a sus sindicatos. Y ni modo que sea invento. Por cierto a la hora de escribir “esto”, algunos medios cibernéticos calculaban en más de 150 mil los cristianos que marchaban en protesta por la desaparición de Luz y Fuerza del centro y el SME. En este sentido el de la voz insiste: el gobierno de los panistas está jugando con fuego, pero allá ellos y su mala cabeza que no alcanzan a entender que esto puede ser el principio del fin. Volvamos con Gamundi, el dirigente tricolor que intenta retornar, pero no en calidad de préstamo como podría suceder con cualquier futbolista bajo de juego, ¡noooooooooo!, él quiere llegar pisando fuerte, con las banderas desplegadas y la armadura intacta como lo harían los cruzados en los remotos tiempos del medievo…Gamundi está cierto que salió de Reynosa a conquistar laureles pa’ los suyos, pero, ¿cuáles son los suyos?, si se puede saber. En esta ciudad-, y hasta en el café “Rey”-, aceptan que en política el hombre se ha distinguido y bien merecido tiene el aspirar a cargos importantes, pero no a la alcaldía porque su trabajo se ha concentrado en la capital del estado. Y los victorenses que ya suplican los liberen de este cuáquero puritano que inauguró el modo de hacer política sobre vistosa alfombra de nopal. SUCEDE QUE Los días que restan al año serán los más peligrosos,- ya son-, para quienes aspiran a la sucesión estatal. Lo bueno es que ya se sabe de los provocadores y de quienes cumplen con lealtad y trabajo. ¡Órale!. Hasta la próxima.