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Basta un cerillo

Max Avila

24 de septiembre, 2009

De sobra es conocido que los colonos son utilizados por líderes sin escrúpulos o grupos de interés no menos nefastos que de esta manera obtienen ventajas políticas y económicas. La historia urbana está llena de pesadillas que las autoridades en turno quisieran olvidar o al menos ignorar cerrando los ojos a una dolorosa realidad como es la pobreza. Son los marginados pues, que con cierta frecuencia aparecen en el escenario de los procesos políticos en veces con razón, aunque en otras ocasiones respondiendo a peligrosas consignas. Hay que diferenciar porque los riesgos de que se altere la paz pública son muchos y variados. Sucedió ayer en Tampico cuando cientos de colonos se enfrentaron a las autoridades con saldo negativo para los primeros: decenas de heridos y cuando menos un centenar de detenidos. El hecho en si es grave porque ya sabemos que la violencia genera más violencia y casi siempre las víctimas se cuentan entre la jodencia, así ha sido y seguirá hasta en tanto no cambien las reglas del juego. Es grave el asunto digo, porque falló el diálogo para alcanzar el entendimiento racional en un medio tan difícil y hostil como las colonias proletarias donde un maldito cerillo es capaz de incendiar y destruir hasta los sentimientos más nobles…no podemos aceptar que los colonos deseaban ser golpeados o encarcelados, o que la policía disfrutaría vejando a las familias que es cierto, han batallado toda su existencia pa’ hacerse de un patrimonio como para perderlo en un arranque de histeria legaloide. Insisto, aquí faltó diálogo para alcanzar acuerdos a efecto de evitar lo más temido en una sociedad, es decir, el uso de la fuerza por partida doble. Usted se preguntará porqué el escribidor refiere estos hechos que aunque delicados no afectan al el corazón de Tamaulipas. Eso pareciera pero fíjese que en el fondo el problema es uno, sease la pobreza que ya no respeta “chipote con sangre, sea chico, sea grande”. Es decir, nos pega a todos los de mediano vivir pa’ abajo como ya le decía. Pero hay algo más, apenas ayer le contaba de la coincidencia de analistas “picudos” en sentido de que la violencia urbana merodeaba en razón de esta crisis que no parece tener solución, y el ejemplo de Tampico prueba que el peligro podríamos tenerlo ya en casa. Ojala fuera un hecho aislado, ojala haya sido solo producto de una provocación, pero ojo, no podemos minimizar un enfrentamiento con saldo rojo y menos cuando están involucradas decenas de familias. Grave será justificarlo tan solo como un interés político, aunque más grave será ignorar que el origen de estos problemas es la pobreza…y ni modo que sea invento. SUCEDE QUE Los nacionales debemos estar muy orgullos porque Felipe Calderón fuera a la ONU a proponer fórmulas pa’l desarme nuclear. Es más creo que hasta regañó a Obama y a Medvedev, el preciso ruso, por su insistencia de acrecentar el miedo al resto de la humanidad, pero, ¿ no será mejor que FCH proponga fórmulas pa’ acabar con la jodencia, la crisis, el desempleo y la inseguridad en México?. Digo, en lugar de seguir figurando como farol de la calle que no le queda por más paseos y foros internacionales que se receta con frecuencia...De lo que se han de estar riendo el méndigo negro y el maldito caucásico. Le digo que pa’ vergüenzas no gana uno. Y hasta la próxima.
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