Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
28 de junio, 2009
Hasta este domingo a las seis de la tarde con ocho minutos y casi tres segundos, no había información en contrario a la visita que el martes hará a Tamaulipas la Bety Paredes. Sea que de no suceder nada extraordinario la dirigente tricolor se apersonará por algunos distritos y en ese andar hasta es probable que conozca a los candidatos de su partido. Dicese que solo vendrá a Tampico y Reynosa, ¿porqué?, ella y su conciencia lo saben. El asunto es que la robusta mujer estará con sus compas unas horas. Y eso es bueno pero no correcto, como diría el ranchero. Y es que la Bety llega cuando los candidatos bajan la cortina, es decir cuando la resignación les corroe alma, vida y corazón y solo esperan que transcurran las horas y los días para enfrentarse a su destino…si es que tienen, si no psss no. Terminan las campañas y cada quien con su cada cual echa la esperanza a su mochila como queriendo adivinar el futuro, y en este adivinar aparece la Bety. El juego casi ha terminado y nadie sabe explicar porque la dirigente no quiso venir antes, cuando las campañas requerían de un buen “puche” pa’ que los presuntos hicieran camino rumbo al optimismo. A estas alturas la Bety ayudará poco o mejor dicho, nadita de nada, para concretar el “ocho de ocho” porque ya se ve y se siente que en este proceso el estado le importó poco menos que un cacahuate. Así mejor que regrese a la bohemia y a la frivolidad de los reflectores que tanto le gustan, como hembra apasionada de los falsos quereres que mucho presume. Usted dirá que siempre será importante la presencia de un líder de la talla de Bety, ¡y qué talla!, y tiene razón, solo que poco ha de servir el rollo que seguramente recetará al respetable, en este sentido habremos de aceptar que las palabras en labios de los políticos tienen la misma importancia del sordo aletear de la mosca en una sopa caliente. Mucha hubiera sido la diferencia si la Bety se digna a visitar a sus compas hace unas dos semanas, entones sí hubiera valido la pena, pero a estas horas, cuando el arroz ya se coció esto parece una burla. Y es que pa’ mi el voto ya está definido y ni Dios padre hará que cambie el parecer de los sufragantes, y menos cuando existe un buen que ya decidieron el voto en blanco que dicho sea, también es una posición política, frente a la opinión de que solo servirá a la Derecha. Aquí perrrrrrrmítame decirle que el escribidor ratifica su convicción de que el voto anulado es una bofetada a la clase política, a los partidos y a las autoridades federales por el penoso estado en que se encuentra el país. La próxima legislatura no estará legitimada moralmente y eso será un triunfo de la sociedad civil que sobrevive a pesar de políticos y de partidos, sea que los requerimos pa’ pura progenitora. A propo, diga si en algo cambió la situación después del presunto “debate” entre German, Chucho y la Bety, es más punto com, la raza ni se enteró, doliente como está por tanta desgracia artística. Quedamos en que la Bety viene a Tamaulipas cuando se sirven los postres y por ello no esperará que candidatos y dirigencia estatal de su partido se lo agradezcan, al contrario como que huele y sabe a desprecio. SUCEDE QUE Al PANAL y por consecuencia a Enrique Meléndez Pérez se les cayó el circo en Mante y no es porque haya crecido el candidato tricolor, sino porque se le aclaran las cosas al aspirante panista. Uno se pregunta si en Tamaulipas la ticher se quedará chiflando en la loma o como el chinito, “nomás milando”. Hasta lueguito.