Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
15 de mayo, 2017
• McAllen, descenso en sus ventas
• Acciones acertadas no tienen fronteras
•La visita de Miriam Martínez al Valle
Pocas ciudades en los Estados Unidos registraron en los últimos años un crecimiento económico tan importante como las que se encuentran en el Valle de Texas.
La otrora región agrícola de los años sesentas, que atrajo a miles de personas de varias partes de los Estados Unidos y México, ante la gran demanda de mano de obra para sembrar o levantar cosechas de diversos productos, se fue transformando, gracias a la llegada de industrias, que si bien operaban bajo el plan de “plantas gemelas”, más conocidas como maquiladoras actualmente, generan empleos y riqueza en ambos lados de la frontera, además de una extraordinaria oferta de productos y servicios que son adquiridos por cientos de miles de consumidores mexicanos.
Lo anterior sin contar las importaciones y exportaciones por los puentes internacionales que suman millones de dólares mensualmente.
Así, el sur de Texas, como muchas regiones fronterizas de los Estados Unidos, han vivido épocas de verdadera bonanza gracias al comercio que se convirtió en un factor esencial en el desarrollo y bienestar de los residentes de esta importante área, además de permitir, gracias a los impuestos generados, realizar importantes obras de infraestructura que transformaron la realidad urbana regional.
Pero todos estos factores establecen un balance en la economía que de alguna forma se vuelve dependiente de que no se reduzca el flujo de las actividades que le permiten dar continuidad a su progreso.
Uno de esos factores es el comercio, que, dependiente de la concurrencia de los consumidores mexicanos se ha visto afectado a partir del fin del año anterior.
La retórica del nuevo presidente de los Estados Unidos, con sus amenazas y ofensas a los mexicanos al principio de su campaña presidencial; los rumores de las revisiones exageradas en los puntos de inspección; las órdenes ejecutivas en contra de extranjeros y el rechazo de muchos mexicanos a la política discriminatoria tuvieron un dañino efecto en el comercio texano fronterizo.
Si a lo anterior agregamos que ciudades de Nuevo León y Tamaulipas desarrollaron planes y promociones para mantener a sus consumidores comprando en las áreas donde residen, no deben asombrar los resultados que hoy se muestran y que denotan una sensible baja en las ventas en el comercio del Valle de Texas, que se revela oficialmente por parte de la oficina de de la Contraloría Estatal. No es una catástrofe, desde luego, pero sí es un indicador que debe ser tomado en cuenta por todos los efectos que implica.
Pero hay un elemento más que ha sido manejado en las últimas semanas como argumento para disuadir a residentes de ciudades del interior de venir a la frontera texana a realizar compras: La violencia que se recrudeció en la ciudad de Reynosa.
Bajo el argumento de que existe peligro al cruzar esa ciudad para internarse en territorio texano hay quienes han lanzado advertencias no siempre fundadas.
El clima de violencia registrado hace algunos días en Reynosa con saldo de pérdidas ampliamente divulgadas, han provocado, hay que reconocerlo también, una reacción por parte de las autoridades tamaulipecas que han dado especial énfasis en sus esfuerzos por hacer retornar la tranquilidad a la agredida población.
No es un problema nuevo, pero las soluciones y planes oficiales que en el pasado se han anunciado parece que no han dado el resultado que se esperaba por parte de la ciudadanía tamaulipeca y, por extensión, de la de Texas, que también representa un importante recurso económico para las ciudades fronterizas tamaulipecas.
Las comunidades fronterizas texanas y tamaulipecas están estrechamente ligadas.
Este lunes el gabinete de seguridad del Gobierno de México sesionaría en Reynosa.
Hay al parecer, una nueva estrategia por parte del gobierno estatal propuesta a la Federación.
Hay también, parece, un principio de coincidencia y acción que deberían dar resultados.
Las acciones efectivas y acertadas son requeridas con urgencia en bien de los residentes, no solamente de Tamaulipas, sino por lo expresado, de los de Texas también.
Miriam Martínez estuvo en el Valle
La repercusión del el homicidio de la luchadora por los derechos humanos Miriam Elizabeth Rodríguez Martínezha sido enorme a nivel internacional, no tan sólo por tratarse de una incansable activista de la lucha por encontrar personas desaparecidas, sino porque ella misma fue una de las víctimas del sufrimiento por la desaparición de una hija, cuyos restos fueron localizados dos años después de su ausencia entre los despojos mortales de otras víctimas de la violencia y la inseguridad que ha flagelado el territorio tamaulipeco.
Uno de los últimos eventos públicos donde hizo acto de presencia Miriam Martínez fue la recepción a la “Caravana del miedo”, que tuvo lugar el 26 del pasado mes de abril en la ciudad de Alamo, Texas.
En ese lugar se dieron cita varias organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes para recibir a un grupo de activistas que viajó desde la ciudad de San Diego, California, para hacer público su rechazo a las nuevas políticas antiinmigrantes y discriminatorias que se han intentado implementar en los últimos meses en la Unión Americana.
En el acto de referencia, auxiliándose de unas muletas para sostenerse en pie, se dirigió a los representantes de las diversas organizaciones solidarias con los migrantes.
Miriam Martínez hizo un llamado para formar conciencia de la situación por la que están pasando muchas personas que no han logrado conocer el paradero de sus familiares, describió el sufrimiento que se padece cuando se desconoce el destino de un ser querido y la angustia de una búsqueda que en ocasiones resulta infructuosa.
A nombre de “Comunidad Ciudadana en Búsqueda de Desaparecidos” que ella representaba bajo el lema de “Buscando a nuestros hijos ausentes”, Miriam hizo uno más de sus incansables intentos de buscar solidaridad con su lucha.
Lejos estaba de saber que tenía una cita con la muerte.
Como es sabido, el pasado 10 de mayo, fecha en que se celebra el Día de las Madres en México, balas asesinas le arrancaron la vida en su hogar en San Fernando.