Partidos 'chicos' en la mira

Raúl HERNANDEZ

16 de junio, 2009

Uno de los objetivos que esta atrás de la campaña del voto nulo es influir para que pierdan el registro los llamados partidos chicos que se han convertido en una pesada carga para el erario público. Y es que estos partidos solo han servido para el enriquecimiento de sus líderes, que usan los partidos como propiedad personal. En el Partido Verde, Jorge Emilio González, heredó la dirigencia de su papá, Jorge González Torres y esto le ha permitido ser asambleísta del Distrito Federal, senador y dos veces diputado federal, todo ello de manera seguida. Manejar los recursos del partido le ha permitido viajar por toda Europa y emborracharse en las fiestas del jet set mexicano. En el Partido del Trabajo, Alberto Anaya ya tiene tres lustros manejándolo como un feudo personal y ha sido senador y diputado federal. Igual pasa con Convergencia, en el que Dante Delgado Ranauro reparte diputaciones de representación proporcional a sus allegados. Y en Nueva Alianza, la maestra Elba Esther Gordillo lo utiliza con fines mercenarios que le permiten negociar lo mismo con el PAN que con el PRI. Este año, los ocho partidos con registro legal recibirán 3,633 millones de pesos como subsidio del gobierno. De esta suma, los cinco partidos chicos se van a llevan 1,207. Son recursos que sus líderes manejan de manera discrecional y por eso se les ve manejando autos de lujos, vistiendo ropa importada de cientos de dólares cada prenda y dándose la gran vida en el viejo mundo. Además estos partidos se han convertido en cómplices y aliados de los partidos grandes. Quienes están a favor de los subsidios a los partidos dicen que de esta manera se evita que a las campañas entre dinero producto de actividades ilícitas o que los grandes consorcios empresariales aprovechen para financiar campañas a cambio de posteriores favores. Pero la realidad es que tanta uno como otro supuesto se dan y no de ahorita, desde siempre y no solo en México, en muchas partes del mundo. Los que están a favor del voto nulo, harían bien en fijar su postura y decir claramente si lo que buscan es la desaparición de los partidos chicos, porque la realidad es que el voto nulo no ayuda a nadie, pues no cuenta. Pretender que si una minoría elige al ganador eso los deslegitima, eso es una tontería. Si de un millón de votantes, solo 15 mil eligen al vencedor eso es suficiente para legitimar el triunfo. En otro tema, esta mañana debió realizarse la reunión en la cual la delegación local de Coparmex tendría como invitadas a las candidatas a diputadas federales del PAN y del PRD, Ileana Medina y Martha Porras. Por su parte, la candidata del PRI, Cristabell Zamora no asistió, “por motivos de agenda”, aunque habría que preguntarse qué hubiese pasado si de acuerdo a las encuestas el PRI no estuviese en el primer lugar. En el 2006, cuando Andrés López Obrador era el campeón de las encuestas y se rehusaba a subirse al ring, tanto el PAN como el PRI se le fueron a la yugular, calificándolo de soberbio y de no estar preparado para el debate. La chiquillada tampoco asistió a este encuentro con la Coparrmex, pero porque no los invitaron y nos los invitaron porque los empresarios no les ven ninguna posibilidad de triunfo y consideran que reunirse con ellos es perder el tiempo.