Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
6 de junio, 2016
Números más, números menos, la elección más importante para Tamaulipas en el presente proceso electoral que está por concluir, la de gobernador, está definida.
Una gran participación de casi el 56 por ciento de los electores tamaulipecos empadronados, gran diferencia del 44 que se registró en la elección previa, le dio un triunfo que se ve inobjetable a Francisco García Cabeza de Vaca.
Durante los siguientes días podrán conocerse las cifras exactas, pero los resultados hasta ahora dan un triunfo más que irreversible para el Partido Acción Nacional (PAN) que abanderó a Cabeza de Vaca.
Ríos de tinta correrán, miles de megabytes en las redes serán consumidos y toneladas de papel serán impresas para dar explicaciones y analizar lo que ocurrió el domingo cinco de junio.
Habrá quienes lo simplifiquen a su máxima expresión y vean la votación del domingo como un rechazo al Partido Revolucionario Institucional (PRI), aunado a la corrupción, inseguridad, impunidad, humor social adverso e injusticias que propiciaron el campo fértil para que la oposición, por primera vez en la historia, logre ganar la gubernatura tamaulipeca.
Hace muchos años, en los ochentas, la revista “Contenido”, de gran circulación en la época, publicó un artículo, a manera de novela de ficción titulado “El día que perdió el PRI”. En aquel entonces aquello se veía como algo imposible de que sucediera hasta que ocurrió, en el año 2000, con el ascenso de Vicente Fox a la Presidencia de la República.
En Tamaulipas ocurrió este 2016.
Esto le dará un giro importante a la vida, política y economía de este estado colindante con el país más poderoso del mundo.
Muchos tamaulipecos, pero también multitud de residentes del sur de Texas, no tendrán ya que escuchar y ver las andanadas de ataques y anuncios insulsos y ofensivos, sin menospreciar algunos muy bien elaborados, que salieron a la luz pública llegando a ser parte de una realidad cotidiana que abusó de la opinión pública binacional.
Pero las cosas no serán y no deben de ser iguales.
El compromiso es enorme para quien despertó en más de medio millón de ciudadanos tamaulipecos la esperanza de una vida mejor, de un estado mejor, de un gobierno mejor.
Por primera vez un ciudadano de dos países, con doble nacionalidad, gobernará Tamaulipas.
Cabe mencionar que el candidato del PRI, Baltazar Hinojosa, también tiene doble nacionalidad. La entidad tamaulipeca estaba destinada para que un ciudadanos estadounidense la gobernara, como ocurrirá a partir del primero de octubre del presente año.
A reserva de las formalidades que tienen que cubrirse para declarar oficialmente candidato ganador al gobernador electo, viene la verdadera prueba para el nuevo gobierno, integrar un equipo capaz que pueda hacer realidad las promesas de campaña y hacer retornar lo que parece que es la demanda más manifiesta de los tamaulipecos: La seguridad y la paz.
Todo indica que el partido del nuevo gobernante contará también con una mayoría en el Congreso Local. Eso puede facilitar muchas cosas en bien de los tamaulipecos.
Pero aún faltan cinco meses para que la nueva administración y los alcaldes electos tomen posesión.
Si bien nunca se ha estado ante un cambio de partido en el gobierno, consecuentemente tampoco se ha estado ante una transición de este tipo, que dará mucho que observar y comentar en los próximos meses.
Las cosas no serán como antes.