Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
22 de noviembre, 2014
El anuncio del presidente Barack Obama el pasado jueves en el sentido de emitir una orden ejecutiva que permita la estancia legal de más de cuatro millones de personas que actualmente se encuentran indocumentadas en la Unión Americana es quizá, con excepción de la amnistía en tiempos del Presidente Ronald Reagan en 1986, el anuncio más trascendente en materia migratoria para los Estado Unidos.
Si bien esto tiene un efecto directo en esta nación, su impacto irá más allá de la fronteras, sobre todo a los países de los cuales prioritariamente proceden los migrantes que hasta ahora no han logrado un estatus legal. Destaca desde luego en ese sentido México y particularmente los estados fronterizos que, si bien no son los llamados mayores expulsores, sí son las entidades por las que tienen que cruzar quienes se aventuran a internarse en la Unión Americana, no sólo desde tierras mexicanas sino de otras naciones, destacando las que forman Centroamérica.
Quienes vivimos en la frontera Texas - Tamaulipas percibiremos con intensidad los efectos de la decisión presidencial.
Por ahora se conocen generalidades de la acción ejecutiva que ha comenzado a ser detallada con la presencia de Obama en Las Vegas. Esto en cuanto a quienes serán beneficiarios de la decisión impactante, pero necesaria, de acuerdo con el criterio de la Casa Blanca.
Falta por saber, desde luego, los términos y modalidades que se darán para que quienes puedan recibir los beneficios de la decisión presidencial se puedan acoger a ellos.
Para el país las repercusiones no solamente serán legales, políticas y sociales. Se estima que la economía experimentará un gran impulso, de acuerdo con los expertos que han hecho ya públicas las primeras estimaciones de lo que representa, en términos de ingreso y desarrollo, la medida.
De acuerdo con el Consejo de Asesores Económicos del Presidente, se calcula que se impulsará la productividad de los trabajadores estadounidenses; se incrementará el tamaño de la fuerza laboral; aumentará el promedio de los salarios de los trabajadores, tanto para los nacidos en este país como para aquellos que se integrarán a la economía formal; crecerán los ingresos fiscales y se reducirá el déficit gubernamental.
Sin embargo, no hay que olvidar que junto con los beneficios para los indocumentados, que dejarán de serlo al cumplir con los requisitos establecidos por el gobierno, se procederá a reforzar las fronteras y las deportaciones de quienes tienen expediente criminal o bien pretenden ingresar al país sin contar con los requerimientos legales para ello. Fue en McAllen, precisamente, donde el secretario de Seguridad Territorial, Je Johnson, dio a conocer este viernes, poco después del segundo mensaje de Obama emitido en Las Vegas, que las prioridades de seguridad serán las de demostrar que la frontera no está abierta a la inmigración ilegal; deportar a quienes tienen antecedentes criminales, mayores y menores, y deportar a los recién llegados a la Unión Americana sin cumplir con los requisitos para una legal estancia en el país, en ese orden de prioridad.
Se entiende como recién llegados los que arribaron después del primero de enero de 2014.
Esto es el principio, tanto en lo que se refiere a la posibilidad de los indocumentados de permanecer legalmente en la Unión Americana si cubren los requisitos, como el reforzamiento de medidas de seguridad sin precedente.
La acción ejecutiva tiene dos componentes, el del acceso a quienes merecen permanecer en este país y el de quienes tendrán que confrontar su deportación.
Los próximos días serán revelados muchos más detalles y, desde luego, se mostrará la ofensiva de quienes no están de acuerdo con el presidente Obama.
Algunos residentes del Valle de Texas serán, sin duda, más que espectadores de esta nueva etapa migratoria estadounidense.
Este jueves, por cierto, se celebra el Día de Acción de Gracias en el que se degusta el tradicional pavo y otras viandas. Para muchas familias en sus hogares habrá, además, una recuperada tranquilidad y esperanza por un mejor futuro.