Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
22 de octubre, 2014
Con diferencia de los tiempos en que se habrán de llevar a cabo las elecciones, Estados Unidos y México se encuentran dentro de un proceso que culminará con la elección de una parte vital de su respectivo poder legislativo: La Cámara baja, es decir, la de Diputados y el Congreso.
Aunque con gran diferencia en la fecha de los resultados electorales, el desenlace del proceso será determinante en las acciones que los gobiernos de Barack Obama y Enrique Peña Nieto hagan o, mejor dicho, puedan hacer.
En la Unión Americana la fecha clave de la elección es el martes cuatro de noviembre, aunque ya se ha dado inicio a la modalidad propia de ese país del voto anticipado que permite, para quien así lo desee, emitir el sufragio en lugares ya establecidos desde el pasado lunes 20 de enero.
Por lo que corresponde a México, será hasta el siete de junio del 2015 cuando se vaya a las urnas con candidatos que a estas alturas no han sido definidos, pero que ya se encuentran en el proceso de seleccionar a quienes representarán a su respectivo partido político en la contienda que se avecina.
Por lo que corresponde a las elecciones estadounidenses de referencia, además del total de los congresistas, que duran en su encargo sólo dos años, pero con derecho a reelegirse, se renueva también una tercera parte del senado, 36 legisladores de la cámara alta en esta ocasión y varias gubernaturas, entre ellas la de Texas, donde Gregg Abbot y Wendy Davis, de los partidos Republicano y Demócrata, respectivamente, aspiran a suceder en el cargo al actual mandatario estatal Rick Perry. Habrá, asimismo, en 46 de los 50 estados renovación de los congresos estatales.
La elección es crucial; los republicanos tienen mayoría en el Congreso y no parece que vayan a perderla, lo cual sería un revés para el demócrata Obama, que no tan sólo no ha podido sacar adelante algunas iniciativas, entre ellas la de la reforma migratoria, sino que ha tenido que confrontar serias acusaciones de los congresistas republicanos.
En México, aunque no está tan próxima la elección, sí es un gran reto para el presidente Peña Nieto, puesto que son, al igual que en Estados Unidos, las elecciones de medio término, después de las cuales se empieza a configurar el panorama de la sucesión presidencial.
Para Texas y Tamaulipas los resultados electorales tendrán un gran impacto, no sólo como estados en sí, sino como región ya que existe una gran interdependencia en muchos aspectos, que en mayor o menor medida es afectada por las decisiones políticas.
Particularmente en Tamaulipas, en la última elección de diputados federales el Partido Acción Nacional (PAN) logró seis de las ocho diputaciones federales y actualmente varios importantes municipios se encuentran gobernados por militantes de ese partido.
Así, estamos ante procesos electorales que tendrán un gran impacto en el destino de ambas naciones pero, particularmente, en el área fronteriza.