Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de marzo, 2010
Tal y como sucedió el año pasado, en la etapa de selección de candidato para la diputación federal del VII Distrito, con sede en Tampico, el Partido Acción Nacional se está retrasando a un límite que va más allá de la sospecha. Con la designación del diputado Miguel Manzur por el Revolucionario Institucional como precandidato, el albiazul tiene al menos la ventaja de decidir si realmente quieren jugar a ganar, o como en la pasada contienda para la renovación de la Cámara de Diputados, cumplir con un requisito. El PAN sigue viviendo del recuerdo en el puerto, de aquellas caravanas y glorias pasadas, de antes y durante el foxismo y el calderonismo; de aquellos hombres y mujeres que jugaron a la democracia, que ganaron, probaron el poder y volvieron a sus empresas. Seguramente esa es su vocación y la política una especie de seducción, pasajera. De aquel PAN hoy queda poco, aunque su líder siga trabajando fiel a su ideología y a sus principios. Acción Nacional está dividido, fraccionado y por ello el CEN ha tenido que entrarle a las designaciones, aunque esto represente un retraso que cada día los rezaga más. Todo esto ocurre muy a pesar de un voto duro panista sin igual en todo Tamaulipas. Los panistas que ya saben como se gana en Tampico, Diego Alonso Hinojosa y Arturo Elizondo, no quieren jugar por un puesto de elección popular. La líder Hilda Gómez tampoco ha manifestado interés, mientras que los que quieren, Luis Alonso Mejía y Jorge Díaz Casillas, según se ve, no acaban por convencer ni al panismo dividido ni al CEN albiazul. Es decir, hoy, una vez más al cuarto para las 12, el PAN no pinta. Y por irónico que parezca, tal y como ocurre en otras entidades del país donde se renovarán gubernaturas, aquí en Tampico una priista podría resolver las cosas color de azul. La aún diputada priista Magdalena Peraza, quien ya goza de licencia, podría convertirse pronto en la candidata ¡panista! a la alcaldía. Y no sólo eso, otro priista, Genaro de la Portilla iría ¡por el PAN! para Altamira. Y ambos, con sus respectivos votos y grupos políticos, en alianza con José Julián Sacramento, y en contra de Rodolfo Torre Cantú. Así suele ser la política.