Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
11 de diciembre, 2009
Al momento de redactar estas líneas era impreciso el dato del día en que se abriría el nuevo puente Anzaldúas que conectará a las ciudades de Reynosa, en Tamaulipas, con Mission y McAllen, en Texas. Lo que sí se daba por hecho es que a partir del lunes próximo, cualquier día de la semana se abrirá al tráfico este cruce internacional, aclarando que el hecho de que se inicie su funcionamiento no quiere decir que se inaugure formalmente. La parte protocolaria o formal inauguración puede ocurrir después. Aunque hablamos de conectar a Reynosa con el sur de Texas, la idea de este puente, además de aliviar el gran congestionamiento que existe en los de Hidalgo y Pharr, que también se unen a tierras reynosenses, es captar a gran parte de los consumidores procedentes de Monterrey y sus alrededores ya que el acceso a este cruce, similar en su construcción al de Pharr, que es elevado, se da precisamente en la entrada a Reynosa de la carretera a Monterrey. Eso, además, aminorará el congestionamiento vehicular existente en Reynosa. Cabe mencionar que el puente Pharr- Reynosa es el de mayor longitud sobre la frontera México- Estado Unidos y, casi seguramente, de cualquier frontera en el mundo. Mide cinco kilómetros, o tres millas, según del lado de la frontera donde se aprecie. Se acaba de dar a conocer que el sur de Texas es considerado como una de las tres áreas metro más importante de Texas y la número 23 a nivel nacional. La puesta en marcha de este cruce fronterizo facilitará sin duda el transporte de personas en ambos sentidos, pero en especial, las que acuden con un marcado deseo consumista hacia un área donde ciertamente se busca vender productos a los consumidores mexicanos, pero donde también, seguramente, se ubican ofertas que permiten un ahorro o el hallazgo de productos que quizá no es posible conseguir en otras latitudes. Recientemente Hope Andrade, secretaria de Estado de Texas, en un discurso pronunciado ante pequeños comerciantes del Valle de Texas, reveló que esta región del sur de Texas ha logrado superar la recesión antes que otras regiones en los Estados Unidos. Hace poco, también, un estudio realizado por la Universidad Texas Pan-American, destacó la cantidad de 40 billones de dólares, como el total de lo que los consumidores mexicanos gastan tan sólo en la frontera de los Estados Unidos con México. Y digo tan sólo porque hay que considerar que los consumidores mexicanos abarrotan en ciertos días Las Vegas, acuden en buena medida a Miami, visitan ciudades como Dallas, Houston, San Antonio, por mencionar solamente unas cuantas, en las que se produce una derrama importante de dólares que alguna vez fueron pesos mexicanos. De los 40 millones que mencionamos anteriormente seguramente se gastan cuando menos tres en el área de McAllen. Hay otra derrama económica que se produce en el sur de Texas de unos años a la fecha y que contribuye en buena medida al progreso de la región y es la compra de bienes raíces, comerciales y de casa habitación, pero ese tema merece ser abordado aparte. Lo cierto es que estamos en la proximidad de contar con un nuevo paso internacional del que autoridades, comerciantes y personas que transitan de un lado a otro de la franja fronteriza rutinariamente, esperan obtener beneficio. Ojala el trabajo realizado en la construcción del largo puente internacional en el lado mexicano no decepcione, como ocurrió en un tramo del puente de Reynosa hacia Pharr, donde la pésima construcción de la parte mexicana hacía que los vehículos fueran dando tumbos, convirtiendo la mitad del puente en el "subibaja" más grande del mundo, y cuya reparación costó millones de pesos, aparte del vergonzoso espectáculo. Los que somos habituales usuarios de los cruces internacionales estamos con los dedos cruzados con la esperanza de que eso no vuelva a ocurrir.