Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
3 de julio, 2011
Las elecciones llevadas a cabo este domingo en los estados de México, Coahuila, Nayarit e Hidalgo, eran cruciales, no solamente para conservar el dominio electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los estados donde gobierna aún el hombre más perfilado para ser candidato del tricolor, Enrique Peña Nieto y el que gobernó (¿gobierna?) formalmente Humberto Moreira, Coahuila, donde pidió licencia para dirigir su partido, sino que son consideradas como un indicador de lo que podría ocurrir en las elecciones presidenciales del próximo año.
En el caso del estado de México su lista nominal rebasa los diez millones de electores.
Además del posicionamiento innegable de Peña Nieto, dentro y fuera de su partido, la entidad mexiquense representa un gran caudal de votos en un proceso nacional y es, definitivamente, un factor de gran influencia en las decisiones legislativas.
Baste saber que de los 300 diputados federales de elección directa que integran el actual Congreso, 38 de ellos del PRI son del estado de México, mas siete de representación proporcional, le dan un envidiable número de 45 legisladores sólo seguido numéricamente por Veracruz, que tiene 17 de eleccion directa y tres de representación proporcional.
Es decir, si en la legislatura compuesta por 500 diputados se necesitan 251 para formar mayoría, tan sólo los del estado de México representan más de un veinte por ciento de un bloque mayoritario inclinado hacia una decisión determinada.
Si consideramos el grupo de gobernadores alineados con Peña Nieto que, en un momento dado, pueden hacer causa común dentro de una decisión legislativa en la Cámara de Diputados, definitivamente el gobernador mexiquense no es solamente un posicionado candidato sino un hombre clave para aprobar ciertas iniciativas de ley.
Tamaulipas, como dato, tiene 12 diputados federales, ocho de ellos por elección directa, es decir, todos los distritos que lo componen.
A raíz de la pérdida de la Presidencia de la República por el PRI, no es ningún secreto que los gobernadores adquirieron una mayor influencia en la designación de los candidatos a diputados federales. Anteriormente, la decisión del inquilino priísta de Los Pinos era la úlitima palabra a a hora de "palomear" la lista de los candidatos a legisladores federales priístas.
Así pues el triunfo indubitable del tricolor en el estado de México allana el camino hacia el regreso del PRI a la Presidencia. Difícilmente el Partido Acción Nacional contabilizará un 13 por ciento de los votos emitidos en el estado de México.
Por lo que corresponde al estado de Coahuila, aunque con menor margen la candidatura del PRI salió adelante, frente a un PAN al que se le pusieron todos los kilos desde lo más alto de la estructura gubernamental.
Como interpretar la elección del domingo: ¿Como un PRI que se enfila con fuerza hacia la Presidencia o, como un PAN que se degrada?
Cualquiera de las dos situaciones debe preocupar a las cúpulas panistas.
Lo del domingo tendrá grandes efectos en el procesara lograr la Presidencia de la República el próximo año.