Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
9 de mayo, 2021
A prácticamente la mitad de la campaña electoral en lo que corresponde a Tamaulipas ha habido una ausencia de debates, salvo error u omisión.
Desde luego, cuando nos referimos a la ausencia del debates, no lo hacemos en el sentido de la falta de diferente posiciones, ideas, ideologías, partidismos e, inclusive, visión personal en razón de edad o actividad laboral o profesional.
Nos referimos a la comparecencia que hacen candidatos de diferentes partidos para frente a frente, bajo un temario y un contando con un moderador externar sus puntos de vista, argumentos, proyectos y críticas, entre otras expresiones, para que finalmente los electores tengan la oportunidad de conocer, o estar un poco más cerca de ello, la personalidad y formación de quien aspiran a representarlos.
El ejercicio del debate debería de ser parte esencial de cualquier contienda política que si, ciertamente, puede no reflejar en toda su magnitud las virtudes para gobernar o legislar de un aspirante, si permite al electorado tener una mejor idea de quienes se han postulado para un puesto público.
Quienes salen triunfadores de un debate no tienen la garantía necesariamente de gana la elección, ni ser los mejor calificados para desempeñar el puesto al que aspiran, de eso la historia se encarga de dar muchos testimonios. Grandes tribunos, maestros de la réplica y aguerridos combatientes verbales han sido en ocasiones decepcionantes funcionarios electos, desarrollado poca capacidad o eficiencia administrativa en puestos ejecutivos o sucumbido a la tentación de la corrupción o el oportunismo, por citar un par de fallas.
Sin embargo, siempre será preferible conocer mucho más de los candidatos y sus recursos verbales, sobre todo cuando tienen la oportunidad de debatir con sus oponentes, a no tener una idea de cuales son sus cualidades.
Cierto, muchos de ellos rehuirán confrontarse públicamente en un debate pues pondría en evidencia sus puntos débiles o ausencia de conocimiento en materia gubernamental. Las candidaturas, lo sabemos, no son otorgadas invariablemente por la capacidad, carisma o militancia probada y son múltiples los factores que inciden para finalmente registrar un candidato por un partido determinado.
Pero con todo, el debate debería de estar presentaste en toda campaña política y la actual no debería de ser la excepción
En Tamaulipas tradicionalmente algunos organismos educativos o empresariales han promovido los debates, pero ante esta singular elección aún no sea hecho algún anuncio en ese sentido.
Cierto, debemos de hacer mención ineludible que hay factores que están jugando un papel en las últimas elecciones en forma cada vez más intensa, como lo son las plataformas digitales que por diferentes programas que ofrecen como WhastsApp, Facebook, TikTok, Twitter, páginas web e Instagram, por mencionar a algunos, ofrecen nuevas opciones de argumentar a favor, en el mejor de los casos, o denigrar, en el peor de ellos, a las figuras públicas.
En fin, por medios digitales o presenciales, el debate seguirá siendo un elemento importante en la contienda política que ojalá, en lo que resta de campaña, pueda ser promovido por alguna institución.