El travieso negro

Max Avila

6 de mayo, 2009

El profe Longoria fue excelente maestro. A la hora exacta ingresaba al salón y con la misma puntualidad se retiraba cumplido su encargo. Siempre acompañado de su compás y escuadra llenaba el pizarrón de números, signos y figuras y había que irlo siguiendo so pena de quedar rezagado a medio curso de trigonometría. De vez en cuando volteaba al grupo preguntando algo y si no había respuesta mencionaba una frase entre dientes que a todos nos calaba: “son shingaderas”, decía, y la repetía hasta que abandonaba el lugar. Luego, ya en prepa hubo otro maestro, español y un sabio, quien llegó a México después de la guerra civil en su país, Pedro Sáenz, que con frecuencia se enredaba en el pizarrón tratando de solucionar algún complicado problema de física, al terminar preguntaba: “¿entendieron?”, la respuesta casi siempre era negativa, “ya entenderán, ya entenderán”, y con la misma recogía su portafolios y retirabase silbando alguna de las viejas melodías gallegas que tanto gustaba…¡ah!, que nadie le recordara a Franco porque entonces conocíamos el lado violento de la resistencia ibérica. No se si estos pasajes escolares tengan algo que ver, pero los mexicanos bien debiéramos entender el mensaje político que el negrito acaba de enviar felicitando al gobierno panista y desde luego a Calderón, por el presunto control y manejo de la mentada epidemia. Como el profe Longoria, el escribidor dice que son shingaderas lo que Obama acaba de hacer puesto que su opinión influye en el proceso electoral recién iniciado. En este sentido ya verá que los panistas aprovecharán,- ya lo hacen-, para agregar votos a su menguado partido. A pesar de que FCH se la jugó con el candidato republicano, está claro que ha establecido una alianza con el negrito bajo quien sabe que diabólicos acuerdos. Dicese que uno de ellos tuvo que ver con la psicosis derivada del dichoso virus que nos mantuvo en el filo de la navaja y en calidad de cadáveres durante varios días. Ha de saber que antes de decirlo a los mexicas, Felipe enteró a Obama de que el virus había sido controlado, sea que la misión de infundir miedo estaba cumplida y por lo tanto Barack debía echarle las porras convenidas, tal cual de ipsofacto sucedió. En estos tiempos cualquier señal del poder multiplica su importancia y ni modo de negar que el mensaje de el negrito contiene alta dosis de fortalecimiento para el PAN. ¿De qué se trata?, ¿de qué los panistas ganen el congreso y permanezcan en Los Pinos?. Eso pareciera. Solo faltaría que Obama considere terrorista a la cofradía que dirige al PRI. Ya imagino a Bety la tlaxcalteca, de turbante, rifle de alto poder en la diestra y cartuchos de dinamita rodeando su generoso abdomen, y qué tal Manlio Fabio de quien aseguran no ha soltado la pistola humeante desde la muerte de Luis Donaldo. El asunto es harto delicado y ha de repercutir sobre todo en la frontera donde existe sobrada clientela cautiva del PAN, recordéis la shinga de hace tres años en Tamaulipas y estarán de acuerdo en que Obama “sin querer queriendo”, está metiendo las manos en el proceso electoral….”Si de por si” los candidatos del tricolor en esa región están p’a llorar, unos por corruptos y otros por tontejos, aunque no falta quien los llame “los torpedos”, y ni como negarlo si se trata de Baltazar Hinojosa, Edgardo Melhem Salinas a quien por cierto gusta le digan solo “Edgar”,- y el limítrofe Everardo Villarreal. ¡Que tripleta caballero!. Oiga por cierto, al tal Edgardo debieran sancionarlo por esas reuniones de “acarreados” que violentan las disposiciones de Salud. Quedamos en que Obama favorece al PAN, aunque la dirigencia del CEN tricolor es tan bruta que es capaz de agregarse a la felicitación de el negro a Calderón…es más, creo que ya lo hizo. Hasta lueguito.