Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
23 de junio, 2009
Pretenden indemnizar económicamente a los familiares de las victimas del incendio en la guardería de Hermosillo. ¿Se trata de una burla? Salta la pregunta, porque la reparación económica, ni con todo el oro del mundo pagará el valor de lo perdido. Se han extinguido 47 vidas de niños inocentes. Es inimaginable el horror de ver a tu pequeño hijo morir victima de dolorosas quemaduras. Tan espeluznante como verle la piel destrozada a los que libraron la muerte. Conforme van pasando los días, el tema Guardería ABC de Hermosillo se va diluyendo. Y no basta saber que ya hay 7 detenidos, empleados de medio pelo de la bodega contigua, cuando todos sabemos que debe haber culpables de mayor peso y con más culpa. Tampoco reconforta saber que hay un montón de órdenes de aprehensión giradas y ninguna ejecutada, también contra funcionarios de cuarto nivel. No debe salir ahora el gobierno del estado de Sonora con la “gran noticia” de que a los deudos de los infantes muertos, “se les apoyará con un millón 400 mil pesos”. No. Esa cantidad resulta ser una burla, y no porque sea poco dinero, sino porque nada podría reponer el daño, nada sería suficiente para resarcir la tragedia que se ha vivido en cada uno de los hogares de donde esos niños eran llevados cada mañana hacia la guardería. Debemos suponer que los pequeños, al ser hijos de madres trabajadoras afiliadas al IMSS, son de extracción humilde. Razón de peso como para pensar que habrá quien piense que con un millón y medio de pesos se puede comprar la sed de justicia de esas familias. Ya antes el IMSS había anunciado su enorme apoyo: 115 mil pesos por cada niño muerto. Que ya no se avienten la pelota IMSS y gobierno de Sonora. Desde un principio se pidió que esta tragedia no se politizara. Y hoy, ya está más que politizada. El senado y la Cámara de Diputados han opinado, el seguro social y el gobernador sonorense se han hecho de palabras. Se ha convertido en un tiroteo político entre panistas y priistas El IMSS revisó la guardería en el 2005, y todo según esa revisión, estaba excelente. El gobierno estatal colocó una bodega en el lugar más inadecuado. Los dueños de la guardería instalaron plafones altamente inflamables, no colocaron salidas de emergencia. Toda una serie de errores, vicios, corruptelas que irremediablemente crearon un sendero hacia la muerte. Acepten ya su responsabilidad. Tanto IMSS como Gobierno de Sonora, tienen una enorme culpa en este drama. Otra parte la tienen quienes eran beneficiarios de esa subrogación, que les daba más de 4 millones de pesos mensualmente. Por respeto a los padres que han perdido a sus hijos. Por el sufrimiento y dolor de ellos y de aquellos que aun tienen un hijo lesionado. Por ellos, la sociedad mexicana les pide que obren con justicia. Que pague quien tenga que pagar, sin importar que se llame Juan Molinar Horcasitas, Daniel Karam o Eduardo Bourns. Se llame como se llame.