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Lluvia no perdona; alcanza la contingencia a comercio y transporte

Jorge CALEB

23 de septiembre, 2010

Afectados por las lluvias y las inundaciones aunque de manera indirecta, pero no menos grave, actividades comerciales de los establecidos y los ambulantes; de la rama de la construcción, el transporte público, la industria restaurantera y los aseadores de calzado padecieron también las condiciones climatológicas de los últimos días.

“Nosotros quizás no nos vemos afectados directamente, pero indirectamente si porque el agua y las inundaciones provocan que las personas prácticamente no vengan al centro”, reveló el dirigente de los vendedores establecidos del Centro Histórico de la ciudad, Miguel Ángel Caballero Barajas.

Hay que entender que tiene que atender la contingencia derivado de tantas lluvias, de manera que nosotros tuvimos días en cero, es decir, sin ventas porque estaba lloviendo y la gente no viene en esas condiciones, añadió.

“El mejor reflejo que tenemos son los vendedores de la plaza principal que no sacaron, muchos ni para el permiso, debido a que la gente no vino a la plaza en esta temporada y de manera general es lo mismo, porque sin gente no hay ventas si ya de por si estábamos mal”, sostuvo el dirigente de los vendedores en pequeño, Juan Chávez Contreras.

Con él coinciden el dirigente de los boleros Esteban Espinosa Ramos, quien dice que aunque se piense que esta es una buena temporada para ellos, la verdad es que hay días en que solamente se dieron 1 ó 2 boleadas.

Respecto a otras actividades más formales como de la industria de la construcción, restaurantera o del transporte público, las repercusiones también son considerables.

Los dirigentes de cada una de ellas coinciden en que a partir del huracán Hermine, las condiciones climatológicas prácticamente no los han dejado trabajar.

La única diferencia, dice el dirigente del Futaammyc, Juan Báez Rodríguez, es que ellos como quiera deben otorgar el servicio hasta donde puedan lo que provoca daños a las unidades.

DIAS MUERTOS 

“Aunque para nosotros la afectación no es directamente, es decir, aquí en los establecimientos porque estamos fuera de las zonas inundables, los daños se reflejan en la falta de ventas”, explicó el dirigente de los vendedores establecidos del Centro Histórico, Miguel Ángel Caballero Barajas.

La verdad que pasamos una mala temporada porque ha habido días en los que las ventas se van a cero, porque no hay personas que vengan al centro, ya que muchas colonias están inundadas o la lluvia no permiten que salgan.

“Apenas este día las cosas se normalizan ya vemos algunas personas que acudieron al centro, pero la verdad que esta muy bajo y eso nos pega en las ventas”, manifestó.

Mencionó que desde el huracán y en los próximos días se ha registrado un ausentismo muy marcado en todas las actividades del centro histórico porque la atención está en esta contingencia que se registró.

A los vendedores ambulantes o en pequeño no les fue diferente: “definitivamente que esto nos perjudicó a todos y el mejor reflejo que tenemos está en los vendedores de la plaza principal que desde que se instalaron por varios motivos, uno de ellos el agua tuvieron muy malas ventas”, señaló Juan Chávez Contreras.

Con las colonias inundadas es difícil que las personas vengan al centro en estos días, de manera que si hacemos un balance nos fue mal, tenemos que reconocerlo.

Entendemos que las personas estén al cuidado de sus pertenencias o para enfrenta las inundaciones pero en el área comercial hay un repercusión muy seria, dijo.

Otra de las actividades afectadas por las lluvias es la de los aproximadamente 25 aseadores de calzado de las plazas principal y Allende, que en todos estos días de agua su demanda bajó a 1 ó 2 boleadas al día, afirmó su dirigente Esteban Espinosa Ramos.

“Quizás haya quienes piensen que porque llueve a nosotros nos va bien, pero no, es al revés, porque muchas personas simplemente no salen a la calle y otros consideran que es innecesario bolearse si está lloviendo”, consideró el dirigente de los boleros. 

AFECTO A TODOS 

Pero en actividades como la rama de la construcción el impacto fue que de los aproximadamente 2 mil trabajadores, el 90 por ciento tuvo que parara actividades debido al peligro que existe de un accidente, aseguró el dirigente de la Rama de la Construcción, Alfredo González Carrizales.

“Evidentemente que con la lluvia nosotros prácticamente nos detenemos y aunque tenemos varios proyectos muy pocos se tratan de interiores, por eso hablamos que el casi el 90 por ciento se detiene”, añadió el dirigente.

Tenemos un poco de trabajo aunque no como en otros años, pero esta temporada de lluvias ha sido muy severa y solamente esperamos que las condiciones cambien para poder reactivar las actividades.

González Carrizales, mencionó que hasta este miércoles las actividades se suspendieron y hasta el momento non tiene reporte de lo que se haya podido reactivar porque aún hay pronóstico de lluvias.

Agregó que debido a las cuestiones de seguridad, no es posible laborar en los exteriores de manera que muchos de los trabajadores de la rama de la construcción paralizan actividades.

Otro sector de los más afectados es el transporte público porque independientemente de las condiciones ellos tienen que seguir con las actividades, lo que provoca desperfectos en las unidades.

“Las calles están inundadas, pero nosotros tenemos que seguir. Si nos baja mucho la demanda porque la gente no sale pero otros como el sector obrero no detiene actividades y tenemos que darles el servicio”, dijo Juan Báez.

El ir por calles inundadas nos afecta en las unidades, por las llantas, la suspensión, los muelles, en fin son varios los desperfectos que se pueden ocasionar a un vehículo, agregó.

Báez Balderas señaló que la demanda baja considerablemente en todas las rutas y además se tienen que hacer modificaciones para poder llegar lo más cerca de las terminales.

“Algunos piensan que suspendemos el servicio, pero no, lo que pasa es que hay que cambiar la ruta para poder llegar lo más cerca posible del destino de las personas”, afirmó.

En la industria restaurantera la situación no es diferente, porque su dirigente José María Sánchez Segovia asegura que en temporadas de lluvia la demanda a los restaurantes baja mucho y lo mismo pasa con los eventos programados por ejemplo parea el fin de semana.

“Desde hace algunos días que no tenemos actividades debido a estas lluvias y a las inundaciones porque prácticamente las personas se quedan en sus casas”, dijo el dirigente de los meseros.

Parar nosotros no nos queda más que esperara. Ya vivíamos una situación difícil debido a la crisis económica y esto pues nos afecta más definitivamente, concluyó. 

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