¿O’nde andas Bety?

Max Avila

21 de junio, 2009

Yo digo y sostengo que la Bety Paredes debiera visitar Tamaulipas a la brevedad, sea antes de que algunos de sus candidatos a dipus se vean rebasados por el empuje de panistas disfrazados de funcionarios federales que han hecho del presupuesto una pachanga de impunidad electoral. Aunado a ello existe la impresión en el respetable de que ciertos abanderados del tricolor “ya rindieron” o mejor dicho, nunca despegaron y por tanto no queda más esperanza que la puritita suerte… Ahí les hablan Alejandro, Edgar y Everardo. Debe venir la Bety digo, porque varios en lugar de sumar, restan preferencias a su partido a pesar del esfuerzo de la dirigencia y de la tarea social de las autoridades que indudablemente tienen origen y tradición tricolor. En este sentido el PRI tiene mucho que reclamar a quienes recibieron la oportunidad pero la entendieron al revés. A lo mejor ni cuenta se dieron y consideran que con el puro salvoconducto garantizan su triunfo lo cual ratificaría que no tienen la más remota idea del compromiso que arrastran por brechas, caminos y senderos. La Bety recién visitó Nuevo León, dicese que ahí se encerró con los candidatos y se dijeron tantas verdades “ a calzón quitado”, que los interfectos salieron de la reunión más avergonzados que una dama sorprendida por el operativo anti-alcohol en horas de la madrugada…hasta ha de creer, eso de la pena. Pero falta que Bety venga a Tamaulipas y podría ser la última oportunidad tomando en cuenta que las campañas toman la recta final y la próxima semana sería demasiado tarde…observe lo trágico y patético del escribidor, “patibulario”, diría mi recordado Chucho García Olvera. El de la voz no quisiera sufrir la angustia de hace tres años cuando en carretera escuchaba los resultados en Tamaulipas y hubo de tomar orilla pa’ no desmayarse, y eso que había recibido severo descalabro al saber de la “derrota” de AMLO que dicho sea, dejó anonadada y estupefacta a la mayoría votante que no acaba de reponerse de “el elbazo”y ya tiene encima la traición “institucionalizada” de “los chuchos”, “amalios” y of course, de los cuauhtemistas que hacen lo imposible por expulsar a “el peje” del PRD, por instrucciones de Calderón desde luego, “pero así les ha de ir en la vida”, como decía mi santa y sabia abue. Lo cierto es que por acá se requiere la robusta presencia de la Bety cuando menos pa’ que eche porras a Gamundi el cual “se hace pedazos” pa’ que los candidatos entiendan que esto no es nada personal, sino asunto de partido que tiene como objetivo el regreso a Los Pinos. Algo más, la Bety se las debe a los priístas tamaulipecos, recordéis aquella fiesta de presentación de candidatos a la que no asistió por razones y motivos que aun no ha podido o no ha querido explicar…pa’ que lo que le debe importar. SUCEDE QUE Ya es público y sabido de la visita de Josefina Vázquez Mota, cuando menos al sur del estado, aunque también pue-que se deje caer por Victoria y Matamoros, depende del estado de ánimo de Germán Martínez derivado del grado de “resaca” que se cargue. Y ha de disculpar pero,- ¡qué poca madre!-, hace 17 días de la tragedia de Hermosillo y todavía no hay responsables. ¡Jijos de su mal dormir!, ya se ve y se siente que impunidad e influencias van de la mano, tanto en el gobierno sonorense como en el federal. Le digo que en México después de pasar todo no pasa nada. Por su parte Marco Antonio Bernal sigue creyendo que los tamaulipecos somos tontos de ahora…y persiste la interrogante, ¿quién costea su precampaña rumbo a la gubernatura?, porque es una “lana” la que se está gastando al moverse por todo el estado y, “¿de dónde corazón?”, como dijo aquel Hasta lueguito