Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
27 de junio, 2010
Comienza la última semana previa a las elecciones. Candidatos y partidos, solo tendrán hasta el miércoles para hacer labores de proselitismo. O sea, se acabo el tiempo El que hizo, hizo. Y el que no, ya no puede hacer nada. Y hubo varios que no hicieron nada. Desde este fin de semana se vienen dando actos de “cierres de campana”. Principalmente, PRI y PAN, se disputan en algunos municipios, no en todos, a la clientela, llevando a grupos musicales de moda, para que les ayuden a motivar a la asistencia. Igualito que en los viejos tiempos. Termina ya entonces el tiempo de proselitismo electoral, que en Tamaulipas, pasara a la historia, por su frialdad y sobre todo, por la falta de punch de los partidos de oposición, que desaprovecharon total y absolutamente la oportunidad que tenían frente a ellos. Ya antes habíamos comentado al respecto. Pero abundaremos brevemente. PAN, principalmente, pero también en buena medida PRD, hicieron una campana, en la que a falta de propuestas inteligentes, hubieran aprovechado para el señalamiento de los puntos débiles de este gobierno. Y nada. Nunca se les observo con el mínimo interés por debatir en ideas con Rodolfo Cantu, a quien tan solo con retarlo públicamente, hubieran metido en un brete, y no porque el medico no tenga capacidad, sino porque el PRI, sistemáticamente se niega a los debates públicos. Nunca, ni Sacramento, ni Almanza, señalaron, criticaron o denostaron abiertamente el manejo político de Tamaulipas. Ni profundizaron en problemáticas como seguridad y empleo. No se les escucharon planteamientos serios. No motivaron. Y de los otros candidatos, Alfonso de León, y Armando Vera, lamentablemente no hay nada que decir. Ellos, definitivamente, no hicieron campana. O sus esfuerzos fueron mínimos, casi imperceptibles. Y ante el comentario de que “Que bueno que en nuestro estado hayamos tendido una campanas tranquilas, sin ataques entre candidatos, sin guerra sucia…”, solo debemos agregar que no deseábamos espionaje, ni bombardeo de declaraciones o acusaciones personales entre candidatos. No. Hubiéramos deseado que la oposición presentara una pelea mas digna. Que pusiera en aprietos al priismo, que cuestionara al gobierno estatal, que exhibiera ideas y pensamientos claros. Pero nos quedamos con el deseo.