Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
3 de mayo, 2010
Una vez formalizados los registros de los candidatos al gobierno tamaulipeco, da inicio una nueva etapa del proceso electoral. Es prácticamente la voz de arranque, y lo que sucede a partir del próximo sábado 8 de mayo, será otro boleto. Aquí mismo hemos sostenido que pareciera que la ventaja que lleva hasta el momento el candidato Rodolfo Torre, se antoja inalcanzable. Pero nada está escrito. De aquí al 4 de julio pueden pasar muchas cosas que hagan cambiar el panorama político de nuestra entidad. El más insistente pensamiento que deben tener los candidatos de oposición, principalmente Jose Julián Sacramento y Julio Almanza, es que el PRI, con toda su maquinaria y todo su poderío, no es invencible. Y que así como David venció a Goliat, la historia puede repetirse. Algún punto débil debe tener el priismo. El chiste está en descubrirlo. Y no se trata de recurrir a artimañas, ni de rascar en el pasado para descubrir historias personales increíbles. Aquí es estudiar al enemigo, analizarlo, estudiarlo, y preparar los golpes a las zonas donde hagan daño. Pero insisto, sin usar el recurso de la política corriente. Sacramento y Almanza, deben estar consientes de que no le entraron a esto para ser comparsas, sino para dar una pelea y contienda digna. Pero debe ser limpia. La utilización de recursos desaseados, le resta categoría a quien los emplea. Sobre todo Jose Julián, debe recordar que en el 2006, nadie creía en él, ni en su victoria. Y que contra viento y marea, con efecto Calderón, o sin él, la logró. Que contra todos los pronósticos, se alzó con un triunfo que parecía inalcanzable. Debe Sacramento volver a pensar en que es posible. Que si ya lo hizo una vez, puede volver a intentarlo. Julio, en cambio, debe pensar en hacer lo que nadie ha hecho representando las siglas del PRD. Tiene a su favor que es una cara nueva para el electorado del centro y sur del estado. Que es arrojado, entrón y hasta de agradable apariencia. Debe ofrecerse como un producto atractivo. Nadie en el PRI de Tamaulipas se imagina un escenario de derrota en el anochecer del 4 de julio, sin embargo, esa seguridad no se convierte en exceso de confianza. Los tricolores siguen trabajando muy serio para la elección. Y saben que traen ventaja. Pero saben también que lo que digan las encuestas pagadas y las no pagadas, puede cambiar. Porque la elección de julio, será totalmente distinta a cuantas hayan enfrentado, toda vez que un simple incidente político no programado, puede cambiar de un momento a otro las intenciones de voto. O sea, saben que no son invencibles. Y eso es bueno para la vida democrática de Tamaulipas. El PRI, toma muy en serio el proceso. Lo mismo deben hacer sus oponentes.