Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
29 de abril, 2010
Los priistas son extraños. Y a la vez admirables. Digo lo anterior, porque los tricolores tienen la capacidad de estar peleados entre sí, pero trabajar unidos. Raro, ¿no? Es como aquella frase que decía “entre mujeres nos podemos hacer pedazos, pero nunca nos haremos daño”. En el priismo sería “nos podemos despedazar internamente, pero nunca afectaremos el trabajo partidista”. Un ejemplo. Me cuentan que dentro el equipo de Alfonso Sánchez Garza, candidato a la alcaldía de Matamoros, hay una guerra interna bastante regular. Que aun no comienza formalmente la campaña, y ya hay odios, enconos y rencores. Lo más extraordinario de esto, es que da la impresión de que tales situaciones, no hacen mella en el trabajo. Varios no soportan la presencia de Homar Zamorano. Los ataques al ex alcalde están a la orden del día, pero éste ni suda ni se acongoja, pues está acostumbrado a lidiar con esas calamidades, y también, es más disciplinado que un soldado. Las ordenes que recibe, no las discute, simplemente las ejecuta. Y a él le dijeron que se regresara de Tampico y se presentara a trabajar en el equipo de Poncho. Y así lo está haciendo. Aunque no le guste a muchos. Y tampoco a la recién llegada, Yanin Garcia ha caído bien. Ya comenzaron a ponerle trabas, que tienen como objetivo fastidiar a la dama en mención. Así que tendrá que ponerse una caparazón de tortuga para soportar las pedradas, que día a día irán aumentando en intensidad. Se dice además que Carlos Valenzuela, no es bien visto, ni por propios, ni por extraños. Que más de uno de quienes están trabajando para él, no se sienten a gusto y pelean constantemente. Y que lo mismo pasa entre quienes rodean a Daniel Sampayo. Cualquiera pensaría que todas estas situaciones irían en deterioro de la cohesión y la unidad. Pero asombrosamente, no, no es así. Por eso decíamos que los priistas son extraños y admirables. Sabemos de buena fuente, que dentro del equipo de Rodolfo Torre pasan las mismas cosas. Ya se han formado bloques, y varios se han auto nombrado como “los más cercanos al doctor”. La realidad es que esto se ve como lo más normal en el priismo. Es como parte de su vida. Que sin esos roces, el PRI no sería lo que es. A los candidatos y jerarcas les conviene, así les gusta que sean las cosas. Por aquello de “divide y vencerás”.