Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
4 de junio, 2009
El prometer no empobrece, por eso en tiempos de campaña es común escuchar toda clase de promesas por parte de todos los partidos. Los ciudadanos ya estamos acostumbrados a ello. Sin embargo, hay promesas tan descabelladas que al escucharlas uno ya no sabe si estamos metidos en un cine viendo una película hollywoodense o si en vez de vivir en Nuevo Laredo, estamos en Estados Unidos. Pero además, tal parece que algunos de los partidos creen que están tratando con descerebrados y aparte de su oferta demagógica, hasta se dan el gusto de burlarse, como sucede con ese spots del Partido Verde que dice que si no hay una medicina, que te den un vale para que la surtas en una farmacia particular y los actores rematan carcajeándose a todo lo que da. Esa carcajada suena idiota y máxime cuando cualquier derechohabiente del Imss o del Issste sabe que si no hay en existencia una medicina, le entregan un vale para que la surta en una farmacia particular. También esta aquel otro spot en el que Nueva Alianza nos quiere vender la idea de que si votamos por él automáticamente los niños obtendrán un 9.8 de promedio, cuando todo mundo sabe que a lo largo y ancho del país, hay becas tanto del sector público como privado para el estudiante que no tiene dinero para pagar las cuotas, condicionado a que obtenga buenas calificaciones. Yo confieso que luego de vivir toda una vida padeciendo durante la mitad del año temperaturas de más de 35 grados, el día que un partido nos ofrezca encapsular Nuevo Laredo para que tengamos clima artificial todo el año, me voy a alegrar, pero más alegre estaré cuando lo vea cumplido. Y es que desde finales de la década de los ochentas una de las promesas presentes en cada campaña, y que repetían prácticamente todos los partidos, era retirar las vías de ferrocarril que estrangulan la ciudad. Todo mundo veía con agrado esa promesa, pero ya han pasado 20 años y todo sigue igual. El ciudadano no politizado, haría muy bien en dedicar un espacio de su tiempo para analizar a los candidatos y sus propuestas, porque aunque suenen bonitas, muchas con inviables, especialmente porque somos un país pobre, que encima está en plena recesión. Lo más chusco, son aquellos candidatos que cargan en su espalda un fardo con toda clase de problemas económicos, dolencias físicas y morales y a pesar de ello quieren convencernos de que si ellos ganan, a todos nos irá muy bien. Primero que resuelvan sus problemas personales. En otro tema, la que le está echando muchas a su campaña, es la candidata del PRD, Martha Porras Guillén. A todas horas andan en la calles jóvenes brigadistas que reparten volantes, hay brigadas de impacto en cruceros y la propia candidata dedica varias horas del día a realizar caminatas promoviendo el voto. Esto nos recuerda que en el actual proceso electoral de los siete candidatos que participan, tres son hombres, pero no se les ve por ningún lado. No tienen propaganda en ninguno de los 91 bastidores que les facilitó el IFE, no tienen espectaculares, no tienen bardas, no reparten pegotes, ni volantes ni nada. Es como si no estuvieran participando. Como si no existieran. El grueso de los ciudadanos ni siquiera los conoce por su nombre.