Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
18 de marzo, 2010
Que no digan que no hay por qué preocuparse. Si lo dicen, mienten. Lo que está pasando hacia el interior del PRi en Tamaulipas, debe tener más que pensativa a la dirigencia y a sus miembros más connotados. No se puede negar que hoy, más que nunca, hay una creciente inconformidad en las filas del tricolor. Algunas, o tal vez muchas de las candidaturas, no han dejado satisfecha a la militancia. Hay molestia, decepción y en algunos casos, hasta coraje. Se puede argumentar que “eso siempre sucede”. Probablemente, pero este 2010, ha sido particularmente el proceso interno que más lesionados ha dejado. Ejemplos, hay muchos. Los más comentados, podrán ser, el de Magdalena Peraza en Tampico, el de Martín Reyna en Matamoros, pero se gesta una ola de rechazo en Rio Bravo, en Matamoros, en Reynosa, en Altamira. No puede, ni debe la dirigencia estatal priista desatender esas voces. No las debe ignorar ateniéndose en la disciplina que teóricamente deben poseer los miembros de ese partido. Debe, Gamundi y su equipo, operar de inmediato, y apagar esos conatos de incendio, antes de que se conviertan en verdaderas conflagraciones incontenibles. Se pone en riesgo la fortaleza del PRI, porque los tricolores resentidos que se van a ir a otro partido, lo harán con todo el rencor y el ánimo más grande de darle con un palo a su ex partido. Y ojo, a nivel nacional, y ahí están las estadísticas que no mienten, es alto el porcentaje de ex priistas que a la hora de contender, le ganan al que fuera el partido de sus amores. Esto se ha visto en gubernaturas, alcaldías y diputaciones, no una, muchísimas veces. El proceso de selección interna priista en Tamaulipas, ha sido tormentoso. No hay duda que el presidente del partido, terminará desgastado. Incluso, deberá despedirse antes de que inicie la campaña constitucional, porque ya está exhausto y no dará más. Pero,atención. Hay malas señales por todo el estado. No al grado de una desbandada masiva, pero hay focos rojos prendidos, que hacen peligrar, ya no el famoso carro completo, el cual hasta los mismos priistas desestiman, sino la victoria en plazas importantes, como Matamoros, Reynosa y Tampico. Es tiempo aun de detener la molestia. No se debe esperar más. En la política, como en la vida, los grandes problemas pudieron resolverse cuando eran pequeños problemas.