Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de marzo, 2010
MCALLEN.- El cantante reynosense Ramón Ayala, El Rey del Acordeón, reveló lo que se siente estar enmedio de una balacera cuando los marinos o militares persiguen a la delincuencia. Basado en su propia experiencia vivida la madrugada del 11 de diciembre pasado, cuando amenizaba una fiesta privada, y de pronto entraron los marinos disparando en busca de uno de los hombres para los que tocaba. A casi cien días de los hechos, Ramón Ayala narró en rueda de prensa en McAllen como sucedieron los hechos donde una supuesta fiesta privada se convirtió en campo de guerra. Expresó que los músicos de Torrente, Cadetes de Linares y sus Bravos del Norte apenas pudieron salvar sus vidas de manera milagrosa, los marinos interrumpieron la fiesta privada que amenizaba y los anfitriones apagaron las luces y empezaron a oírse balazos por todos lados. Los músicos se refugiaron en una recámara contigua a donde tocaban, al arreciar la balacera se tiraron al piso, y allí, a pocos metros de ellos, explotaron dos granadas que hicieron cimbrar la casa, narró Ayala. Fue la madrugada del 11 de diciembre a las 2:00 horas cuando la casa número 124 Paseo de Los Naranjos de Cuernavaca, Morelos pasó de ser una fiesta amenizada por Ramón Ayala El Rey del Acordeón a un campo de guerra. Los marinos entraron tratando de sorprender a Edgar Valdez Villarreal, "La Barbie", quien entre granadazos y ráfagas de metralleta logró salir a bordo de una camioneta Toyota plateada con placas 102 WPH protegido por sus escoltas, aunque tres de ellos perdieron la vida. Ramón Ayala recuerda muy bien a detalle lo que pasó, dice que 28 de los más de 40 detenidos eran músicos, de su grupo Bravos del Norte, de los Cadetes de Linares y de Torrente. "Ya al final, en la última actuación de nosotros, repentinamente se apagaron las luces, la gente se salió, corrió y a los dos o tres minutos empezaron a escucharse los balazos por todos lados, los cañonazos, nosotros nos tiramos al suelo, yo dije, ya nos van a matar, allí cerquita, nos metimos todos a una recámara al lado de donde estábamos tocando y allí cayeron dos granadas, la casa se estremeció toda", expresó Ayala. "Pensábamos que era el final de Ramón Ayala y los Bravos del Norte y todos los estábamos allí, gracias a Dios nos dio la oportunidad de salir con bien", aseveró. Los marinos los encontraron a todos los músicos tirados en el suelo y gritándoles: "no disparen, nosotros somos músicos, ya que nos identificaron, nos empezaron a preguntar cosas y allí estuvimos toda la noche", describe Ayala. En la mañana los trasladaron a la SIEDO, pero todos alcanzaron a ver los lujosos autos que observaron al llegar, ya todos estaba balaceados "y hechos pedazos", expresó Ayala. Después platica que estuvieron tres días en oficinas de la SIEDO siendo interrogados, sólo había unas sillas y los que podían dormían sentados. Al cuarto día los trasladaron a la casa de arraigo y tuvieron que dormir en camas de piedra. Ramón Ayala dice que siempre los trataron con respeto, pero las condiciones eran deprimentes y enfermó, con apoyo de grupos de derechos humanos logró salir el 23 de diciembre del arraigo y pasó la navidad en familia. Aunque se supone que los liberados y sujetos a investigación no pueden dejar el país, Ramón Ayala explicó que los fiscales federales le disiparon sus temores e hicieron una excepción con él, solo le pidieron que no cambiara de domicilio, y hasta le permitieron trabajar en Estados Unidos cumpliendo compromisos previamente contraídos. Hasta el 4 de enero fue notificado de que quedaba en libertad absoluta, sin cargos en su contra. El Rey del Acordeón explica que ese sábado 10 de diciembre estaba en su casa de Hidalgo, Texas y a regañadientes aceptó ir a tocar, ya que tenía un compromiso en Odesa, Texas y era difícil regresar, pero le prometieron moverlo en avión y aceptó. Sostiene que él directamente no hizo el contrato ni sabía con quien, de eso se encargó su representante, la empresa Serca, del empresario Servando Cano. "A mi me dijeron que se me iban a facilitar el avión desde Reynosa a México, que de allí nos trasladaban a Puebla, Puebla, aceptamos, pero ya en el aeropuerto de México nos trasladaron a esa casa". "Nos habían dicho que era una quinceañera o un cumpleaños, en un casino grande, pero no, era una casa particular y no en Puebla, fue una desilusión para nosotros que nos llevaran a otra parte". "Nos llevaron a un lugar, que era un domicilio privado, ya estando allí no pudimos hacer otra cosa que cumplir con el prometido de que íbamos a tocar dos horas alternadas con los otros grupos", detalló. Ramón Ayala dice que, contrario a lo que esperaban los grupos musicales contratados, no había mucha gente. "Nomás estaba ese señor y su mujer, era un cuarto como este (de 6 por 8 metros), estábamos tocando conectados a una bocinita", detalló. Ayala dijo que "el incidente" nunca pensó que fuera a ocurrirles a ellos, pero sólo se encomendó a la Virgen de Guadalupe y da gracias a Dios estar narrando lo que vivieron. "Quiero primero dar Gracias a Dios y a nuestra madre la Virgen de Guadalupe de darnos la oportunidad de estar con ustedes por que estuvimos en un momento muy difícil, bien pudimos perder la vida cuando nos encontramos enmedio de un combate cruzado", expresó. ACONSEJA TENER CUIDADO El Rey del Acordeón respondió que de ahora en adelante tendrá cuidado de los contratos que firma y no amenizará fiestas donde sepa que corre peligro. Por lo pronto, aclaró, no tiene planes de actuar en México, ya que en abril hará una gira por San Diego, Chicago, California, Washington y Miami, pero en caso de hacerlo tomará providencias a la hora de que lo contraten, pero adelantó que SERCA seguirá siendo su representante. Pidió a los padres de familia cuidar bien a sus hijos por estar expuestos a mucha maldad.