Julio

Martín SIFUENTES

22 de febrero, 2010

La semana pasada, Julio Almanza, mediante una carta pública, anunció su “renuncia” al PAN. Y de inmediato el Presidente del CDE panista, Francisco Garza de Coss, le contestó que no era necesario hacer eso, pues ya estaba dado de baja desde un tiempo atrás. Ahora, mediante un boletín que el equipo de Julio ha enviado a todos los medios, se asegura que “por lo menos 150 militantes panistas también renunciaran para seguir los pasos del directivo de la Canaco matamorense. Es decir, Almanza les quiere armar una especie de desestabilización, anunciando una desbandada panista, por lo menos en Matamoros. A Julio Almanza, se le pueden reprochar miles de acciones. Se le pueden encontrar decenas de defectos y criticar por múltiples razones. Pero no se le pueden negar cualidades políticas innatas. Maneja un equipo de a través de la Cámara de Comercio, que está a su servicio. Posee el recurso de la misma. Cuenta con el apoyo de un abogado redactor de boletines y trata siempre de marcar la agenda de temas en Matamoros. Platica que en el Distrito Federal, es capaz de conseguir audiencias con secretarios de estado. Envía cartas de protesta o de felicitaciones a cualquier cantidad de dependencias, como Aduanas, Hacienda o hasta a la misma presidencia de la república. Ha mandado comunicados a congresistas norteamericanos y “regañado” también por escrito, a cónsules y otros funcionarios. Sus cartas abiertas son famosas, porque no tienen límite alguno. Ha felicitado, lo mismo al astronauta de origen mexicano, José Hernández, que al ganador de una medalla olímpica. Puede ser considerado como osado, irreverente o iluso. Pero nunca como inocente. Sabe a lo que juega y por qué lo juega. Durante varias oportunidades, ha buscado alguna candidatura, y siempre se le ha negado. Hoy, que está en la antesala de ser candidato a gobernador por el PRD, sabe que desde esa posición, puede lograr mucho. Sabe que no podrá triunfar. Pero sabe que perdiendo gana. Hará ruido. Dirán que “jalará” hacia el PRD, votos que eran para el PAN. Que lo puso el PRI. Que negociará la elección. Que está dolido. Y muchas cosas más. Eso le gusta. Hasta al PRD le conviene. Y solo salvo que haya una rebelión interna, tan común entre los del sol azteca, la candidatura debe ser para el matamorense. Ahora, abierta la posibilidad de una colación PRD-PT, que habrá de decidir el Tribunal Federal Electoral antes del 5 de mayo, no les queda más camino a ambos partidos que ponerse de acuerdo y buscar una candidatura más o menos fuerte. El líder de la canaco Matamoros les podría ayudar.