Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
24 de mayo, 2009
En estos tiempos electorales es común escuchar candidatos que sugieren que la educación sea gratuita, desde pre-escolar hasta universidad. En la elección presidencial del 2006, Andrés Manuel López Obrador no se cansó de repetir una y otra vez, y de hecho lo sigue haciendo, que no era justo que a los jóvenes se les negara el acceso a las preparatorias y universidades. Pues bien, con todo y las proclamas políticas, en México la educación prácticamente es gratuita. No estudia el que no quiere, pues aún el que vive en la pobreza si se lo propone puede hacer un esfuerzo para sobrevivir y al mismo tiempo estudiar. Para no ir tan lejos, aquí en Nuevo Laredo la UAT cobra 1,400 pesos el semestre, mucho menos de lo que cobra un kínder particular como cuota mensual. Una cosa es que la universidad cobre poco y otra que se permita el libre acceso, sin condiciones, al que quiera ingresar. El acceso y permanencia a las escuelas tiene que estar condicionado a que el alumno cumpla con asistir a clases, que cumpla con sus tareas, que apruebe exámenes, que realice prácticas, en una palabra que tenga un aprendizaje efectivo para que cuando se gradúe sea un buen profesionista. No es posible que un mal alumno, que no asiste a clases, que no lleva tareas, que no aprende, insista en seguir intentando terminar una carrera para la cual no tiene vocación y que encima pretenda que la sociedad cubra los costos de mantenerlo en la universidad. Pero además, tanto en las universidades públicas como privadas, existen programas para que el alumno que no pueda cubrir las cuotas normales reciba becas, pero para ello es necesario estudiar mucho. Estos programas no son para los flojos. Y a propósito, académicamente hablando el PRI postuló a la mejor candidata pues Cristabell Zamora es contadora pública graduada por la Universidad Autónoma de Tamaulipas y tiene una maestría en administración de negocios por parte de la Universidad de Texas en Laredo (Tamiu). Y Cristabell no nació en pañales de seda. La candidata del PAN, Ileana Medina García, terminó la carrera de Licenciada en Ciencias Políticas en la Universidad Regiomontana, pero no se ha titulado; a su vez Martha Porras Guillén, del PRD, cursa la carrera de Licenciada en Administración de Empresas en la UAT; y Edna Delgado Sandoval se dedica a la locución. Por otra parte, ya que mencionamos líneas arriba a Andrés Manuel López Obrador éste estará en Tamaulipas el próximo 10 de junio, en Ciudad Victoria, donde se reunirá con los 8 candidatos de la alianza “Salvemos México”, integrada por el Partido del Trabajo y Convergencia. López Obrador mantiene una sana distancia con el PRD de Jesús Ortega y se ha dedicado a impulsar al PT y Convergencia con la intención de que ambos conserven el registro legal en las elecciones de éste año. Tanto el PT como Convergencia han hecho alianzas con el PRD en las elecciones del 2000 y 2006, lo que le ha permitido tener acceso a senadurías y diputaciones. En las del 2003, ambos participaron de manera individual y lograron conservar el registro al obtener poco más del 2 por ciento de la votación. El panorama no se presenta fácil para ninguno de los dos partidos, aunque ambos insisten en señalar que no tendrán dificultades para conservar el registro.