Hasta en el cine

Raúl HERNANDEZ

25 de noviembre, 2009

El Partido Acción Nacional tiene en marcha una campaña de afiliación nacional con la cual pretende captar a 300 mil nuevos militantes. Es una campaña a la cual el PAN le está dando mucha difusión pues incluso nos toco ver un promocional en los minutos previos al inicio de una película. Un detalle que sorprende es la meta que el PAN se propone afiliar, pues 300 mil es un número bastante modesto y base mencionar que aquí en Nuevo Laredo el PRI tiene una campaña de credencialización mediante la cual se busca captar a 10 mil nuevos militantes en menos de dos meses. Ciertamente la campaña del PRI está teniendo mucho éxito porque como un atractivo adicional a la afiliación a los militantes se les ofrece una lista de negocios que ofrecen descuentos en sus compras, empezando por la cadena de supermercados Soriana. Seguramente habrá muchos que se están afiliando al PRI porque quieren tener su credencial para obtener descuentos, pero no tienen interés en participar en las actividades de proselitismo que se realizan en ese partido. Aún con ese gancho, la campaña de credencialización está teniendo mucho éxito. Por cierto que este programa de descuentos del PRI no es tan perfecto como algunos pudieran creerlo. El otro día, por ejemplo, constatamos que en un restaurante otorgaron un descuento del 10 por ciento, pero solo en el consumo personal del que pago la cuenta, cuando lo correcto debiera ser que el descuento fuese global. La cuenta fue de 340 pesos, pero como el consumo personal de la señora fue de 40 pesos, solo recibió un descuento de 4 pesos. Al final pago 336 pesos. Imaginemos a un padre de familia que un día que su mujer trabaja, pero él descansa, decide llevar a comer a sus tres hijos, de 12, 9 y 5 años y al solicitar la cuenta presenta su credencial de militante del PRI y pide su descuento, pero el mesero le dice que el descuento solo se lo va a dar en su consumo personal, no en el de sus tres hijos. Esto es una barbaridad, porque esos niños no están en condiciones ni de afiliarse al PRI ni de poder invitar a comer a su padre. Esta clase de comerciantes debieran de copiarle algo a los americanos que prefieren tener ganancias vendiendo barato y grandes vólumenes y no pensar que en un solo cliente deben sacar los gastos del día. Alberto Bulás Villarreal, Presidente del Comité Municipal del PAN aclara que estos nuevos afiliados tendrán la clase de adherentes, es decir, podrán asistir a las reuniones del partido, pero en calidad de oyentes y en temas decisivos, como la elección de candidatos o de dirigentes, no podrán emitir su voto, pues este está reservado para los militantes, que obtienen esa calidad después de varios meses de ser adherentes. A diferencia del PRI o el PRD, el PAN no tiene interés en ser un partido de masas. Pudo serlo, después de que en el 2000 llegó a la presidencia de la república, pero con el paso de los años regreso a lo de siempre: ser un partido selectivo de sus militantes. Hoy su dirigente nacional, César Nava dice que abren las puertas del partido a todo aquel que desee ingresar, pero esos ingresos están limitados y por lo pronto solo se les da categoría de adherentes. En fin habrá que ver los resultados que arroja esta campaña nacional de afiliación. El PAN tiene aquí en Nuevo Laredo alrededor de 300 militantes activos y más de 900 que son adherentes, algunos de ellos llevan años esperando que se les otorgue el status de activos.