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La casa de la risa

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19 de mayo, 2009

Hay que agradecer a los políticos que siempre se las ingenian pa’ hacernos reír. Así estemos al borde de un infarto por las razones de sobra conocidas, son los grillos quienes se encargan de alivianar la existencia. Es el humor involuntario que se les da en forma naturalita, cual dotados de envidiable comicidad. Dígalo si no; la dictadorzuela magisterial quien con el auditorio nacional encima trastabilla con una palabreja que en los últimos tiempos ha estado en labios de todos, menos en los de ella. La ñora, creadora de monstruitos y gladiadora triunfante de arenas movedizas y luchas en lodo puro, chocó con “epidemiológico” y ahí se quedó enredada sin poder descifrar el terminajo, y en el colmo de la desesperación exclamó “¡Dios mío!”, para después quedar muda ante el celebrado ridículo de quienes la vieron y escucharon. La “ticher” no quiere envejecer y de ello dan constancia sus incontables arreglos de vanidad plástica pero ¡ea! que el tiempo no perdona y la lengua menos. El respetable ha reído durante varios días como una especie de venganza hacia quienes como la mentada mujer, han hecho despreciable al poder y aborrecida la impunidad. Aquí en lo cortito ya decíamos de los dipus locales enfrascados en singular batalla por una pinchurrienta manta con dos verdades que escandalizaron la moral republicana; jalones, mentadas, escupitajos, pellizcos de pompis, manoseo de bubis, juntones de erótica complicidad sin diferenciar entre hombres y mujeres en cumplimento de la temporada de celo, y finalmente la persecución que no se supo en que apartada y obscura oficina terminó. En el inter un diputado con cabeza de semoviente se desliza amenazador por entre las curules agregando comicidad al asunto, en el vano intento de sacar ganancia legislativa de un asunto estrictamente familiar olvidando que el poder ya se fue y que ahora solo es uno más en esta casa de la risa. Luego vendría la guerra de los dinosaurios del tricolor. Uno, el viejo ex presidente que sin decir agua va acusa a su sucesor y sus hermanos de corruptos, ladrones y quien sabe cuantas genialidades más, para desdecirse unas horas después asegurando que no dijo lo que dijo y si lo dijo no fue como dijo porque lo que quiso decir no fue lo que dijo, es más, ni sabe porque lo dijo. Y pareciera que don Carlos así lo entendió debido a la cabalgante enfermedad de don Miguel, de manera que ni por aludido se dio. Este es el lenguaje putrefacto de los políticos que a Dios gracias no han contaminado la conciencia nacional. Uno creería que estos expresidentes quieren también volvernos locos, sin embargo habrá que tomarlo por el lado amable de la diversión, el relajo o mejor dicho, como cualquier chiste de pulquería. Pero esta locura parece propia del poder, ¿cómo os atreve Fox a aceptar un doctorado honoris causa?...no sabemos ni como ni porqué, pero de El Vaticano recién dijeron que don Chente no está en sus cabales, pero así dirigió que no gobernó, a un país al que parecieran entender solo los locos. SUCEDE QUE Me cuentan que pensionados y jubilados en Victoria se han formado alrededor de Rodolfo Torre Cantú haciéndolo invulnerable a la guerra sucia que con sus delegados federales intensifica el PAN. Especialmente maestros crean redes y están dispuestos a “barrer” el 5 de julio…pues que bueno, ¿no?. Hasta lueguito.
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