Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
23 de octubre, 2009
El próximo año siete partidos participarán en las campañas y salvo que haya candidaturas comunes, esto significaría que habrá 147 candidatos, entre aspirantes a la gubernatura, alcaldía, las tres diputaciones y las regidurías. Eso solo en cuanto a lo que corresponde a los propietarios, pues sumando a los suplentes la cifra llegaría a 294. ¿Estará capacitado el ciudadano para revisar y analizar a todo este ejército de candidatos o optará por concretarse a los candidatos de los partidos grandes? La experiencia de la última elección demostró que hubo ciudadanos que se dieron tiempo para analizar y aún apoyar con su voto a partidos chicos como el Verde Ecologista que terminó llevándose dos millones 300 mil votos, lo que le permitió colocarse como la tercera fuerza electoral en 12 estados, incluido Tamaulipas y en 10 estados obtuvo más del 10 por ciento de la votación, incluido el Distrito Federal. Obviamente una campaña federal, aunque sea intermedia, siempre despierta pasiones diferentes que una elección estatal y favorece a los partidos chicos que realizan una campaña con estrategias nacionales, dejando a un lado a los candidatos y centrándose en su oferta política. Con tantos aspirantes, los partidos deben privilegiar la elección de candidatos con carisma y bien posicionados en el ánimo de los ciudadanos. Sin embargo, luego de la experiencia que han dejado los dos últimos procesos electorales, el local del 2007 y el federal de julio pasado, que le dieron al PRI una victoria mayoritaria, en el caso de las elecciones locales con 19 distritos y 35 presidencias ganadas y una victoria aplastante en la elección de julio pasado, con triunfos en los ocho distritos, nos atrevemos a decir que esto le otorga al PRI una enorme confianza y es posible que convencidos de que van a ganar la elección sin problemas, opten por candidatos que no sean precisamente las mejores figuras. En cambio, la oposición en general no tiene figuras de arrastre. Aquí en Nuevo Laredo la chiquillada va a tener dificultades para completar los 40 candidatos que necesita, a razón de alcalde, dos síndicos, 14 regidores, tres diputados y sus suplentes. Al final se contentará con cubrir el expediente y registrar candidatos, aunque no hagan campaña. La pelea al PRI, en todo caso, la darán el PAN y el PRD y es casi un hecho que la competencia se va a centrar en el reparto de regidurías de representación proporcional. Hay quienes piensan que las más recientes candidatas del PAN y el PRD, Ileana Medina y Martha Porras, merecen ser incluidas en los primeros lugares de la planilla de regidores de sus respectivos partidos, pero habrá que ver si al final no resultan misóginos los dirigentes y las hacen a un lado. Esto nos recuerda que luego de la elección de julio, Martha Porras dijo que seguiría activa en política, pero ya no se le ha visto, al menos en eventos públicos. En cambio, el PRI ya tiene dos elecciones seguidas en las que la mitad de las candidaturas de la planilla son para mujeres y de las tres diputaciones en juego, una será para una mujer que bien puede ser para Rosa María Alvarado, para Laura Zarate o Baudelia Juárez, que son las que tienen mayores posibilidades, aunque no hay que perder de vista a Dorina Lozano.