Con todo el Poder de la Información

Luis Alonso Vásquez

Dirección General

Martha Isabel Alvarado

Sub Dirección General

Logotipo Reportes en la Red
El Partenón
Alberto Guerra Salazar

Denuncia nacional contra Cabeza

Alberto Guerra Salazar

José Inés Figueroa

Que todo México se entere

José Inés Figueroa

Max Avila

Ajuste de cuentas

Max Avila

Arnoldo García

Mas Presidenta

Arnoldo García

Cd. Victoria

Confianza que termina

Max Avila

17 de mayo, 2009

Sin querer queriendo los candidatos a dipus federales han consumido la tercera parte de su tiempo y no es secreto que en algunos distritos de Tamaulipas las dichosas campañas “no prenden”. Y salvo honrosas excepciones, ni priístas, ni panistas ni perredistas, menos panalistas o petistas pasan a importar al respetable. Me va usted a disculpar, pero ahora sí la política camina por el filo de la navaja importando menos que nada, nadita de nada, lo cual es una tragedia para los escandalosos publicistas que engañan con el cuento de que votando “crecemos todos”. ¡Pamplinas!, que el gobierno panista solo pretende aprovecharse de la gallina de los huevos de oro sin mediar en las consecuencias, pero hay un Dios que todo lo ve y todo lo juzga. Así pues, existe sobrada razón pa’ admitir que la abstención podría alcanzar el 65 por ciento, según uno de los últimos estudios a nivel nacional. Ahí échele números y se dará cuenta que la desconfianza abarca a nosotros, ustedes y ellos, sea a la mayoría del electorado que por fin entiende que los dipus federales sirven pa’ maldita la cosa, como no sea pa’ hacerle al tío Lolo. El asunto es que estamos ante un proceso inédito, con ausencia de eventos masivos que limitan la exagerada publicidad de antaño, lo cual coloca a los tales por cuales candidatos en su exacta dimensión de pequeños hombrecillos y mujercitas que un día tropezaron con la lámpara de Aladino, la frotaron y mire lo que resultó. Los especialistas predicen escasa asistencia en esta ocasión a las urnas, es decir, acudirán solo quienes suponen que el voto los hará crecer. Habrá menos legitimidad, pero no por ello disminuirán los dipus que en cantidad de quinientos llegarán a san Lázaro más que dispuestos a clavar el diente al presupuesto, caiga quien caiga. El tiempo apremia, los recursos son escasos y por lo tanto los partidos tendrán que emplearse a fondo pa’ sacar a flote a sus próceres. En este sentido algunas dirigencias hacen lo propio pa’ trabajar la estructura y en esta se basan las posibilidades de triunfo, aunque seamos francos, ningún partido tiene garantizado el total de los distritos…me cuentan que Gamundi no deja de tejer fino pa’ que no le suceda lo que a “el chepo” de la Torre y sus campeones del Toluca, que este domingo fueron humillados por los modestos “Indios” de Juárez por quienes nadie daba un cacahuate, pero ya ve, no hay enemigo pequeño ¡Arriba Juárez!. En cuanto a Gamundi hace su “chamba” sabedor de que la confianza mata al hombre. Ni como negar que el PRI es el mejor organizado, mientras que el resto de las dirigencias siguen partiéndose la mandarina en gajos con singular alegría. De manera que la auténtica estructura dará finalmente el triunfo a los candidatos y olvídese de los votos que pueda obtener por medio de la publicidad, así de grave está la situación. Aquí perrrrrrrrrrrrrrrrrrrmítame decirle que entre quienes no tendrán problemas está el victorense Rodolfo Torre Cantú, este priísta que desde hace tiempo tiene conquistada a la militancia de su partido que le sigue por todas partes, que ya lo hizo diputado local y “casi” lo convirtió en alcalde…¡Ah!, pero hay otros que no tragaría ni “la bestia de Dalandzadgad” descubierta en el sur de Mongolia….¿están oyendo Edgar, Everardo y Alejandro?. Y hasta lueguito.
Más artículos de Max Avila
El Partenón
Martha Isabel Alvarado

¿Así o más veloces?

Martha Isabel Alvarado

José Ángel Solorio

Llegó la desguachicolización

José Ángel Solorio

José Luis B. Garza

La frontera, un tercer país

José Luis B. Garza

Carlos López Arriaga

¿Non grata para quién?

Carlos López Arriaga

Clemente Castro

Van contra la impunidad

Clemente Castro