Balta y las tradiciones priístas

Martín SIFUENTES

13 de septiembre, 2009

Baltazar sabe perfectamente que no está incluido en la lista de favoritos de quien habrá de decidir en cuanto a la sucesión gubernamental. Sabe que va a contracorriente, o “por la libre” y que ello le puede acarrear dos situaciones; todo, o nada. El activismo de las últimas semanas de Baltazar, lo descubre. Apenas rindió protesta como diputado federal, y regresó a su distrito, Matamoros, a declarar a los cuatro vientos que no aspiraba a ser candidato a gobernador, que su visión estaba totalmente enfocada a la legislatura. Anunció la creación de una muy moderna pagina electrónica, en la cual se podrá saber de sus actividades en la clamara baja. Y, por supuesto, se llevará un conteo del número de personas que la visitan. También puso a trabajar una oficina de gestoría en su distrito. El grupo de personas que lo acompañan desde hace tiempo, sigue con el. En imagen, en medios. Su gente trabaja y lo cuidan. La participación que tuvo la semana pasada en tribuna fue ampliamente difundida. Fue evidente el apoyo de su personal, facilitando a la prensa las fotos y videos de la pieza oratoria, la versión estenografica de la misma, el boletín, y facilidades para enlaces telefónicos. Dio entrevistas de radio a nivel nacional en las que hizo gala del conocimiento de los datos que expuso en la critica al gobierno calderonista. En fin, se lució por unos cuantos días. Balta logró subir a la tribuna, gracias a sus relaciones en la cámara con la gente que mueve hilos en su fracción parlamentaria. Y en ellos traba su esperanza de que las circunstancias le vayan favoreciendo. Desgraciadamente en su partido es un pecado enorme decir abiertamente que se tienen aspiraciones políticas. Las reglas no escritas respecto a esos temas son claras. Y Balta, tiene que guardar las formas. Y guardar silencio. Pero si hay cosas que no se pueden decir, hay tampoco otras que no se pueden ocultar. El sabe que todo lo que hace, lo hace con la intención de trascender, y de que se enteren, quienes deben enterarse, de que se está moviendo. El sabe, que de los 12 legisladores priistas tamaulipecos, es el que más se ha visto y notado su presencia. Y que así como logró una candidatura que no estaba reservada para el, puede obtener más. Eso, es una arma de dos filos. El PRI no se ha modernizado, y como lo dijimos líneas arriba, las indisciplinas se castigan. O lo que es lo mismo, aquella vieja sentencia tricolor, sigue vigente: El que se mueve, no sale en la foto.