Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
19 de agosto, 2009
Cuando se dio a conocer públicamente la información proveniente del departamento de Policía de la ciudad de San Juan, Texas, en el sentido de que estaba detenido por posesión de cocaína un sujeto llamado Alfredo Leal Garza, seguramente más de tres políticos tamaulipecos, panistas y priistas, esbozaron una maliciosa sonrisa de satisfacción. Y es que todos los informes periodísticos, ubicaban a ese detenido, como una persona cercana a Francisco Garcia Cabeza de Vaca. Su guarura, uno de sus guardias personales. Vaya regada de este tipo. Sin querer, le ha propinado un golpazo a su ex jefe. (Yo no digo que, efectivamente, sea su guarura. Es su ex jefe, porque siendo Cabeza alcalde, el hoy detenido era jefe de la policía municipal) La sonrisa burlona de la que hago mención, es de imaginarse. Con seguridad, esa detención va a ser usada para darle una paliza al diputado que hoy quiere ser candidato a gobernador. Se va a aprovechar el resbalón para darle de patadas en el suelo. Así es la política. Y de poco le valdrá a Cabeza haber salido de inmediato a aclarar que Leal Garza no trabaja para él. El error ya se cometió y el chisme llegó de inmediato hasta el teléfono personal de Cesar Nava, líder nacional panista, a quien le dijeron “¿Cómo cree que puede ser candidato luego de este escándalo…?” El quemón ya está dado. Y aprovechado por sus adversarios a las mil maravillas. Manejo de medios para darle vuelo en la opinión publica, y arrastrar el desprestigio a todos los niveles. ¿Saldrá, de perdido el Comité Directivo Estatal del PAN a defenderlo? Será una buena oportunidad para que Cabeza vea con quien cuenta. Así sabrá diferenciar entre quienes son sus amigos y quienes se dicen sus amigos. La verdad sea dicha, Cabeza es, de los aspirantes a la candidatura panista al gobierno estatal, el más conocido. En Tampico, en Nuevo Laredo o en Victoria, han oído hablar de el en más de una ocasión. Bien, o mal, pero lo conocen por las colonias. Su apellido no se olvida. No tiene los amarres y conexiones a nivel federal que tienen otros aspirantes, pero a nivel masas, tiene lo suyo. Por eso se le considera un elemento peligroso, y al que hay que aniquilar antes de que crezca más. Por eso, el asunto de su supuesto guarura detenido con droga, ha sido oro molido para sus adversarios.