Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
18 de octubre, 2011
Portando la misma ropa conque llegó (la tarde del lunes) a las instalaciones de la Policía Metropolitana en calidad de presentado, este martes el ex alcalde Oscar Pérez Inguanzo, abandonó por unos instantes la cárcel para escuchar la demanda que lleva a cuestas, por parte de la ASE, quien le atribuye un faltante de poco más de 7.5 millones de pesos en su ex Administración, pero al salir de la dependencia se encontró con un grupo de manifestantes que habitaron la ex invasión Mano con Mano, situación que le hizo recordar otro de sus graves episodios cometidos del pasado.
Custodiado por dos vehículos del Ejército Mexicano, Pérez Inguanzo salió a las 2:40 pm a bordo de una patrulla de la policía metropolitana rumbo a las oficinas del Juez de Primera Instancia del ramo penal.
Detrás del convoy, corrieron los ex invasores, las huellas de la violencia y la inhumanidad quedan para siempre, diría una persona que hace dos años fue desalojada por órdenes de Inguanzo.
Serio y con rostro desencajado, bajó de la unidad y se encaminó para escuchar los delitos que se le imputan.
Acompañado de sus abogados, los Arturos, Bazaldúa Guardiola y Medina Fregoso, este último ex Secretario del Ayuntamiento, quien le quitó muchos “golpes” en su trienio.
Abstenerse a declarar, fue el rumor que invadió la sala de primera instancia. Frente al juez Oscar Pérez escuchaba la demanda para posteriormente la defensoría solicitar las pruebas pertinentes, actas de cabildo y documentación que yace en el palacio municipal.
Ya cruzaba sus piernas, se agarraba la cara, bajando por momentos la mirada al suelo e intercambiando palabras con Bazaldúa, transcurrió poco más de una hora de su comparecencia.
Afuera, los manifestantes ya lo habían alcanzado y gritaban una serie de consignas en su contra.
Finalmente termina su presentación, dos elementos le hicieron guardia todo el tiempo, uno de ellos le pone las esposas y se dispone a abandonar el inmueble.
A diferencia de su primer reencuentro con los representantes de los medios de comunicación, ahora no declaró nada, al igual que su abogado defensor.
Descendió dos pisos del inmueble, con la mirada perdida, de inmediato fue subido a la patrulla en la cual llegó, ya no disfrutaría del aire acondicionado de la unidad, pues ahora lo acompañarían dos detenidos de regreso a la ergástula municipal.
Los ex colonos irregulares volvieron a gritarle de todo. Siguieron de nueva cuenta al convoy de regreso a las instalaciones de la Metro.
A partir de este martes tiene 72 horas para pagar su fianza (que fue dijada en 8 millones de pesos), los delitos que lleva a cuestas no son graves.
Si otra cosa no sucede alcanzaría su libertad para el próximo fin de semana.