Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
9 de mayo, 2009
Si ya de por si esperábamos unas campañas políticas desangeladas y frías, la presencia de del virus A H1N1, vino a confirmar el pronostico. Estamos en Tamaulipas ante poco mas de 50 candidatos desconcertados, fríos, insípidos y sin gracia alguna. Estamos ante partidos políticos que no saben como comenzar, que no aprenden ni prenden. Vaya inicio de campañas. Es cierto, estamos ante un proceso inédito, con nuevas reglas y lineamientos. Eso ya lo sabían partidos y candidatos. Lo que no se esperaban, era que este nuevo panorama iba a estar ensombrecido por un maldito virus. Un condenado virus que les impide concentraciones masivas (como si fuera tan fácil lograr hacerlas), abrazos efusivos, saludos y besos. Se les cerró el mundo. Sin radio y televisión como estaban acostumbrados, sin los benditos spots que hacían maravillas con su imagen, hoy están ante un escenario desconocido y que los tiene hondamente preocupados. Si ya de por si las elecciones federales intermedias eran consideradas como “flojas y frías”, esto vino a darles nuevos calificativos: Desangeladas, somníferas, sin chiste. Aburridas, pues. Y ni con el levantamiento de la contingencia esto se puede componer. La gente, el electorado está cansado. Nadie puede negar que la influenza nos cambió la vida, y que aun y cuando nos digan que ya todo vuelve a la normalidad, la desconfianza persiste. Como que nadie tiene ganas de meterse en el nada productivo tema de la política local. Y para colmo. Otro virus nos ha infectado. El virus de la desconfianza, el de la incredulidad. La alerta epidemiológica se dio el jueves 7 de mayo, cuando aparecieron en la prensa los “adelantos” del best seller de Carlos Ahumada, “Derecho de Replica” . Ante tan descaradas y asquerosas historias de priistas, panistas y perredistas, un ciudadano común no puede mas que sentir aversión a todo lo que huela a política “Ya puedo saludar de mano a la gente”, nos dijo sonriente un candidato. Si. Pero no va a haber mucha gente que quiera saludarte, le dijimos. Y no es por temor a un contagio. Simplemente que para la mayoría, hoy por hoy, las campañas dan flojera. Es la influencia de la influenza.