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Daniel sí, Horacio no

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19 de julio, 2009

El candidato que más votos le ha generado al PRI en la era moderna no es Horacio Garza, como lo afirman sus pregoneros, cada vez que se acerca una elección y una vez que esta pasa. La realidad de los datos duros es muy distinta y esta nos señala que el candidato más vendible del PRI en las últimas dos décadas ha sido Daniel Covarrubias Ramos. Cuando Covarrubias fue candidato a diputado federal, en 1994, la lista nominal era de 130 mil 071 electores y en ese entonces el distrito estaba integrado solo por Nuevo Laredo. Esa es una elección histórica, la de mayor participación ciudadana en toda la historia moderna. Fue el año en que el candidato original del PRI a la presidencia de la república, Luis Donaldo Colosio, murió asesinado y eso hizo que una gran mayoría de los mexicanos se identificarán con la tragedia, logrando que Ernesto Zedillo obtuviera más de 17 millones de votos, cifra que no logró Vicente Fox. Identificados con la tragedia, el PRI sacó a las urnas a su voto duro, sumado al de millones de mexicanos que votando por el PRI creían estar condenado la violencia desatada. Nuevo Laredo no fue la excepción a la regla. Aquí, de una lista nominal de 130 mil 071 ciudadanos anotados, salieron a votar 98 mil 913, el 75 por ciento de los registrados, el mayor porcentaje de participación ciudadana en una elección. Daniel Covarrubias, respaldado por la estructura priísta, obtuvo 48 mil 260 votos. En comparación, en el 2000 el PRI obtuvo 44 mil 668 votos en Nuevo Laredo; en el 2003, 35 mil 132; en el 2006, 54 mil 126; y en la más reciente elección, 49 mil 114. Pero vayamos por partes, para el 2000, la lista nominal de electores tan solo en Nuevo Laredo –es decir, excluyendo a la frontera chica—ya era de 196 mil 629, 66 mil más que seis años antes; en el 2003, la lista paso a 231 mil 504; en el 2006 a 263 mil 283; y en la del 5 de julio, estuvo en 288 mil 649. De 1994 al 2009, la lista nominal paso de 130 mil 071 a 288 mil 649, más del doble y en cambio los votos del PRI pasaron de 248 mil 260 a los 49 mil 114. Estas son los datos duros, las cifras reales. Lo que se pueda decir de candidatos vendibles o invencibles, es cuestión de cada quien. Pero además, ha cambiado la forma de hacer política. Apenas en 1988 la oposición gano su primera gubernatura y fue hasta el 2000 en que por primera vez el PAN gano la presidencia. Desde entonces, es mayor la competencia política en todo el país y Nuevo Laredo no es la excepción. Hoy seguramente si Daniel Covarrubias fuese candidato se enfrentaría a nuevas estrategias de campaña, tendría que cambiar su discurso, tendría que negociar con los sectores y organizaciones del PRI en un clima muy diferente al que existió en 1994. El propio Horacio Garza ya no sería el mismo, en el supuesto de tener que participar en una nueva elección. En ese sentido el PRI ha tenido que adaptarse a las nuevas reglas que establecen tanto la legislación como los tiempos que vivimos. Esta adaptación le ha dado resultados y se ha reflejado en los triunfos obtenidos en las urnas, con una amplia ventaja sobre sus opositores.
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