Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
12 de julio, 2009
Con todo y la derrota que el PAN sufrió en las elecciones del 5 de julio, hay panistas que se soban las manos de emoción, pues están convencidos de que con la baja votación que obtuvo el PRD, el próximo año las siete regidurías de representación proporcional podrían ser todas para los azules, como ya paso en el trienio 1999-2001. Nos parece un entusiasmo exagerado, pero además un partido más que centrarse en buscar regidurías, debe pensar en la presidencia municipal. A eso hay que agregarle que una elección federal es muy diferente a la local. Ciertamente al PRD le fue mal en las recientes elecciones, pero Nuevo Laredo fue un reflejo del país en general, pues la votación del partido del sol azteca bajo del 19 al 12 por ciento, como resultado de los enfrentamientos entre Andrés Manuel López Obrador y Jesús Ortega Martínez. El próximo año el PRD debe enderezar el camino en Tamaulipas y Nuevo Laredo mismo. En las dos últimas elecciones locales el PRD ha tenido buenos candidatos a la alcaldía en las personas de Héctor Peña Saldaña y Juan Carlos Medina. Héctor Peña resulto tan buen candidato, que ubicó al PRD en el segundo lugar y le dio cuatro regidurías. Juan Carlos Medina se fue al tercer lugar, pero eso no impidió darle tres regidurías al PRD en la actual administración. El próximo año, en el PAN se va a destara una feroz batalla en la disputa por los primeros lugares de la planilla de regidores, pero si en el pasado medio mundo despreciaba el quinto lugar, ahora habrá pelea hasta ese lugar, pensando que hasta ahí están seguros. Por lo pronto, los primeros en apuntarse para ir en los primeros tres lugares de la planilla son los exregidores Jorge Salinas Falcón y Everardo Quiroz Torres, los mismos que en el 2007 se opusieron a que se incluyera en la planilla a Jorge Ramírez Rubio. Entonces decían que no se valía repetir, que se diera oportunidades a nuevos elementos. Hoy están convencidos de que si Ramírez Rubio ya repitió, porqué no hacerlo ellos también. Por supuesto, no va a hacer fácil su llegada. En su momento se va a desatar una feroz batalla para que no lleguen y por lo pronto el que se opone a esa posibilidad es Francisco Javier Estebane Ponce que en plena campaña denunció una y otra vez el daño que ambos le hacían a Ileana Medina al decidir quienes podían participar en la campaña y quiénes no. En cada elección, el PAN batalla para reunir fondos para la campaña. Bien haría en ir fijando, desde ahora, las reglas para quienes deseen ocupar los primeros cinco lugares, exigiéndoles una militancia de varios años, asistencia a las reuniones mensuales, estar al corriente de sus cuotas, asistir a reuniones del partido realizadas fuera de la ciudad, no observar una conducta beligerante para sus compañeros de partido e incluso fijándoles una aportación para la campaña, que bien puede ser de un millón de pesos para el que vaya en el primer lugar, 800 mil para el que vaya en segundo, 600 mil para el tercero, 400 mil para el cuarto y 200 mil para el quinto. Así por lo menos el candidato a alcalde tendría un fondo de tres millones de pesos para su campaña. Con cuotas así, hasta los que hoy dicen desgarrarse la camiseta por su partido, mostrarían otro rostro: el de codos, aunque gocen de un estilo de vida de despilfarro, obtenido al amparo del partido.