Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
19 de junio, 2009
Como si se tratara de una provocación o de presumir la “poderosa maquinaria priísta” a su odiado rival, el líder estatal de la CNOP, Miguel González Salum, tomó la protesta a unos 800 de ceneopistas promotores del voto, frente a las oficinas del Comité Municipal del PAN. Eran las 18:32 horas cuando en la explanada de la plaza “Niños Héroes” se escuchó, sin suficiente fuerza, la voz de cientos de gargantas, quienes ante la pregunta de que si trabajarían esforzadamente por el triunfo de Everardo Villareal, respondieron: ¡Siiiiiiiiiii! La respuesta no convenció mucho al dirigente nacional de la CNOP, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, quien desde el sitio de honor acompañaba a toda la plana mayor del PRI local. Y a pocos metros, en las oficinas de Acción Nacional, donde periódicamente despacha el diputado federal Raúl García Vivian y su Estado Mayor, todo era silencio. Unas tres secretarias trabajaban normalmente, pero no había en esos momentos ningún directivo, y aclararon que el último en irse fue el secretario general, Carlos Dávila, el cual se despidió a las cinco de la tarde. Mientras allá, en la fiesta del PRI, el dirigente local de la CNOP, Benito Sáenz Barella, pronunciaba un largo discurso, antes de la toma de protesta. El presidente estatal del PRI, Ricardo Gamundi Rosas, quiso hacer uso de la palabra, pero su garganta lo traicionó y una flema se le atoró. Para tratar de calmar algunas burlas, trató de ser simpático y dijo: ”es un pitufo azul que traigo atorado, pero me lo voy a tragar”. Las flemas lo siguieron traicionando durante algún tiempo o tal vez el pitufo fue muy duro de tragar. En este evento los priístas confiaban en reunir a unos dos mil promotores del voto, pero la cantidad no fue ni la mitad, pese a que utilizaron unos 30 micros y autobuses para acarrear gente de diversas colonias.