Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
16 de febrero, 2010
No hay que pasar desapercibido el arranque de sinceridad que tuvo ayer la diputada local tampiqueña, Magdalena Peraza. Puntualmente la reportera Claudia Zapata, reportó en su portal de noticias que la maestra le dijo que “la inexperiencia y falta de capacidad de los aspirantes del PRI a las presidencias municipales de Tampico y Reynosa, ponen en riesgo el carro completo que presume el líder de ese partido, Ricardo Gamundi”. Y además cuestionó la imposición y mala decisión que tomó la dirigencia priista. No sea que el día de hoy se vaya a “desdecir”. La importancia de sus declaraciones, radica en que no es precisamente común que un priista, como lo es la maestra Peraza, arremeta contra su dirigencia y contra las formas que usa ese partido en la toma de decisiones. En este mismo espacio, siempre hemos ponderado la disciplina que caracteriza a los tricolores. Y si bien es cierto que ha habido casos de rompimientos después de haberse negado una candidatura, son los menos. Como ser humano, quienes están en la lucha por una posición, y finalmente no la logran, deben sentirse terriblemente mal. Por la ilusión, por los merecimientos que creen tener, o simplemente porque “ya les toca”. O porque se la habían prometido. Y cuando no llega, es normal que llegue una reacción. Coraje, frustración, envidia, tristeza. O una mezcla de todo ello. En el pasado más reciente, aquí mismo en Tamaulipas, se habló de que Oscar Luebert habíase sentido lastimado cuando no fue tomado en cuenta para la candidatura a gobernador por su partido. De hecho, dicen que lo manifestó al no asistir al acto de pronunciamiento. Pero vino la reflexión, el acercamiento del ungido, la negociación. Y listo. Se dice que por la misma está pasando en Reynosa Esiquio Resendez, que ya prácticamente tenía en la bolsa la candidatura y se le cayó. Cuentan que está molesto. La diferencia es que en el caso de los reynosenses, no hubo declaración a la prensa. No se desahogaron ante una grabadora. Y la tampiqueña si lo hizo. Se fue de largo. Admitió sentirse lastimada por la forma en que Gamundi operó la designación de los aspirantes a varias presidencias municipales y rechazó sumarse al proyecto de Miguel Manzur. Ya encarrilada se llevó de corbata hasta a Everardo Villarreal: “Fue una decisión en la que no se tomó en cuenta a sectores y grupos que cuentan con cartel y experiencia para sacar una elección considerada de las más difíciles, y se corre riesgo si el PAN designa a buenos candidatos en Tampico y Reynosa…” Viseral, es lo menos que le dirán a Peraza. Porque rebasó un limite y rompió una regla de oro en el priismo. Valiente y honesta, le dirán otros desde la oposición. Y en privado, también se lo dirán más de tres priistas. Ella asegura que lo que dijo, es el mismo sentimiento de muchos otros que, teniendo los meritos, no fueron tomados en cuenta. Habrá que esperar las reacciones ante la dura declaración de la diputada porteña, que hasta dice tener ahora ofrecimientos de otros partidos. Desde luego que en una repartición de esa índole, debe haber ganadores y perdedores. Siempre ha sido así. El análisis más rápido nos lleva a preguntarnos si acaso la forma en que se operó en esta ocasión no fue la más acertada, y estamos ante el inicio de la rebelión de los desplazados.