Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
5 de febrero, 2010
Pasó una semana completa, y mientras Rodolfo Torre se mueve a todo lo largo y ancho del territorio tamaulipeco, la constante panista es la inmovilidad. Entrampados como se encuentran en la designación de su candidato a gobernador, su militancia se siente ofendida. Así es. Las bases del PAN en Tamaulipas ven con un dejo de tristeza que, por una parte, les quitaron el derecho de elegir interna y localmente, y por otro, ven el tiempo pasar y si alguna vez soñaron con una victoria en esta entidad, hoy se ve más que una misión imposible. Con los nuevos lineamientos electorales, los cambios en las fechas y otros factores, los tiempos se acortan y hasta da la impresión de que pasan rápidamente. Esta pre campaña y campaña será breve. Estamos a solo 5 meses de la elección. Y ello, preocupa a la militancia azul. No hay rumbo en Tamaulipas. Ni dirección. Ni orientación. El priismo en cambio se mueve ya con celeridad. Fieles a sus costumbres, se mueven unificados, limpian sus heridas y van en grupo. No se ve en el horizonte alguna nube que les tape el sol que los va a acompañando. A este partido tricolor hay mil cosas que le pueden criticar, pero su disciplina, la lealtad de sus miembros y el marchar cual soldados, son virtudes envidiables. A nivel nacional, Beatriz Paredes se puede dar de trancazos con Manlio Fabio Beltrones, pero a la hora de defender la causa, lo hacen juntos y en equipo. A nivel estatal a Baltazar Hinojosa le reconocen su respeto a las decisiones y lo hacen coordinador de los diputados. Y ya vendrán más premios de agradecimiento. Todo esto, no nos habla de otra cosa, más que de la unidad. Por conveniencia, o por lo que sea, pero funciona. Y les funciona bien. En cambio, el PAN está hecho bolas, y no transmite el mínimo entusiasmo a sus seguidores. Ahí está la diferencia. Arrancarán tarde y mermados. Y tal vez hasta cansados, porque el alumbramiento de su candidato se ha convertido en un parto complicado.