Poncho

Martín SIFUENTES

1 de febrero, 2010

Terminada la pasarela de diputados locales con el pretexto de sus informes de labores legislativas, nos quedamos con el de Alfonso Sánchez Garza en Matamoros. Por su asistencia, por el marco y el escenario, el informe de Poncho, lució en grande. A tal grado que fue calificado como un “pre destape”. Otros legisladores con aspiraciones, como Pepe Elías en Reynosa y Magdalena Peraza en Tampico, por ejemplo, fueron mucho más discretos y menos espectaculares. Y otros, que de plano no le tiran a nada, como Jesús Tapia en Matamoros y Omar Elizondo, en Reynosa, simplemente cumplieron con la orden de dar su informe. Desde luego, el hecho de que Cabeza de Vaca haya suspendido su comparecencia, provocó un sinfín de comentarios. Desde que “canceló porque ya no le sirve de nada”, hasta “suspendió porque está en México viendo lo de su postulación como candidato a gobernador”. Lo de Alfonso Sánchez, fue muy cuidado. Quienes le ayudaron en la logística y organización, lo hicieron con mucho cuidado. La representatividad de la asistencia, el número de presentes, el apalusómetro marcó altos niveles. Alfonso, ha cambiado. Se le ve más seguro, más dueño de la situación. Sin duda, el tiempo que ha estado en el congreso le ha servido para agarrar más tablas. Aquel muchacho hasta tímido que perdió como suplente de Homar Zamorano, y el que se enojó cuando no fue designado hace tres años, ya es otro. Hoy se le siente maduro. Más hecho. Indudablemente está listo. Pero esa madurez deberá servirle para aceptar lo que venga. Si acaso es él, lo debe tomar con alegría mesurada, porque enfrente tendrá un gallo de espolones, probablemente Ramón Sampayo. Y si no es, lo debe aceptar con filosofía y pensamiento positivo. Muchos opinan que el panorama en Matamoros se aclaró después de este fin de semana. Que es un hecho, que está cantado. Que quien contendrá bajo las siglas del PRI para la presidencia municipal, será el diputado Alfonso Sánchez. Pero en política la forma es fondo. Nadie que se jacte de entender de esto puede asegurar algo que no está definido al cien por ciento. Ya falta muy poco tiempo. Se ven indicios, pero el misterio sigue siendo eso. Misterio.