Auténtica Esperanza, la Fundación Michou y Mao, para infancia estatal

REDACCIÓN

30 de septiembre, 2013

Una esperanza de vida es lo que la Fundación Michou y Mau para niños quemados, representa para la familia del pequeño Eduardo quien sufrió quemaduras por jugar en la cocina y un descuido de sus padres.

Originarios del municipio de Xicoténcatl, el señor Oscar Villegas padre de Eduardo relata los hechos de ese día en que su hijo jugaba con sus hermanos cuando entraron corriendo en la cocina y por accidente tumbaron la hoya de los frijoles cayendo agua caliente en su cabeza y parte de su espalda.

 

Uno de sus hermanitos, solamente sufrió leves las lesiones en la espalda, siendo atendido en el hospital general de El Mante y otro de sus hermanos con las curaciones que le hicieron quedó bien,  pero Eduardo quien en ese entonces tenía apenas 2 años, sufrió quemaduras más severas en la cabeza, en la espalda aunque en la cara fue leve.

 

Explica que pasó el tiempo, pero Eduardo seguía con las secuelas de esas afectaciones en su piel.

 

Fue entonces a través del DIF que se conoció su caso y la Fundación Michou y Mau delegación Tamaulipas se interesó en él para apoyarlo e iniciar este camino hacia su recuperación.

 

La fundación aquí mismo lo valoraron y lo atendieron en la Unidad de Quemados del Hospital General en ciudad Victoria, donde primero le hicieron un injerto de pelo, poco después le pidieron que llevara al niño a Monterrey.

 

“Me dijeron que venían los doctores de Galveston al hospital Universitario  para que lo valoren y nosotros como fundación nos interesa mucho que si aquí está en buenas manos de seguro con ellos van a estar mejor, lo llevé y siempre me han apoyado en todo, lo llevé y lo valoró el médico especialista del Hospital Shrine”, dijo.

 

El médico lo valoró, lo aceptó para llevarlo a Galvestón, el pequeño presentó en un principio miedo, quiso llorar.

 

“El médico dijo no te preocupes, si lo aceptamos lo vamos a operar pero no cuando diga yo o cuando digas tú, es cuándo diga el niño, te recomiendo que los lleves con un sicólogo para que lo vaya terapeando para que se anime”, recuerda el señor Oscar, como si esa recomendación del doctor hubiera sido ayer.

 

Continua relatando que en abril del año pasado lo trasladó a Galvestón y lo operaron, le abrieron donde tenía las quemadas y le cortaron como un centímetro de piel y volvieron a unir.

 

En Octubre del año pasado hicieron otra vez lo mismo, entonces me dieron cita para marzo de este año. Le volvieron a hacer cirugía y le colocaron un expansor.

 

“Es un globito de material latex y le ponen inyecciones para que se vaya expandiendo, no hay peligro de que dañe el cerebro, le aplican, esa inyección y esa misma se la aplicaron en el hospital de Altamira”.

 

Hasta el momento, con el apoyo de Michou Y Mau, Eduardo lleva 4 operaciones, el 29 de agosto le hicieron cirugía y le quitaron el expansor y le quitaron la piel dañada y le estiraron la piel para unirla.

 

Don Oscar reconoce y agradece todo lo que la fundación ha hecho por su hijo, en ella han encontrado un gran respaldo y alivio para que su hijo cada vez mejore su calidad de vida.

 

Tiene cita para el 8 de febrero del año entrante, ahí se le valora y se decide que más hay que hacer o si se le da de alta.

 

“Es un logro bastante bueno que ha tenido Tamaulipas, por medio del gobierno del estado y como fundación ha hecho bastante en el caso de nosotros por el niño; ellos nos contactaron con Galveston y todo tanto como fundación nos han apoyado mucho”, expresó.

 

Agradeció a la señora Ana María Torre de Morris, quien es presidenta de la Fundación Michou y Mau en Tamaulipas, por el trato formidable que han recibido, el apoyo extraordinario para que todo vaya bien.

 

“La verdad mi más sinceras gracias y las felicitaciones para  la fundación, un gran esfuerzo y decirle a la sociedad que cuídense de que sus hijos tengan accidentes como este, porque realmente ha sido una experiencia dura,  dolorosa y gracias a Dios y a los avances de la medicina todo va bien”, señaló.

 

Así mismo agradeció a la Señora Virginia Sendel, Presidenta a nivel nacional de la Fundación.

 

“Gracias a la señora Sendel por esta gran idea de la fundación, ella perdió a un familiar pero yo pienso que a ella, Dios la va a recompensar de otra manera por todo lo que está haciendo”.