Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de noviembre, 2009
Sin el escándalo que hubo con la aprobación de la Ley de Ingresos, el tema de los Egresos, pasó sin mayores raspaduras por la cámara de diputados. Con el ya tradicional enojo perredista, y el apoyo priista, se aprobó el presupuesto de egresos para el 2010. 3 billones 176 mil 332 millones de pesos lo conforman. Y la votación fue de 437 a favor, 25 en contra y 4 abstenciones. La gran novedad de ese presupuesto, consiste en darles manga ancha, total y absoluta a los estados para hacer y deshacer con el recurso, sin que tengan la obligación de comprobar los gastos. ¿Como la ve? Pues si. Nuestros diputados eliminaron los candados que había en las transferencias de recursos económicos a los estados. Y en este presupuesto, no va a ser necesario mostrar el cumplimiento del gasto a cambio de la entrega del dinero. O sea, no tan solo les aumentaron los recursos a los estados, sino que los exentaron de la comprobación. En otras palabras, el dinero recaudado por el gobierno federal vía impuestos, en provecho de las entidades federativas, será usado sin que estas rindan cuentas al contribuyente que les aportó. Quien calificó la aprobación del presupuesto de egresos como una victoria de Enrique Peña Nieto, puede que tenga mucha razón. El gobernador del Estado de México, sin duda empujó, junto con sus amigos mandatarios estatales para lograr sacar ventajas, y lo logró. Muchos opinan que, igual que cuando se aprobó la Ley de Ingresos, Peña Nieto metió su cuchara y obtuvo resultados favorables. Da la impresión entonces que los diputados federales están más al servicio de los gobernadores que los impulsaron, que de la gente que presuntamente representan. Recibieron una orden y la acataron. El negro panorama que se veía para las entidades federativas en el 2010, desapareció y ahora, habrá lana, los gobernadores la manejaran a su antojo, y por si fuera poco, no tendrán que rendir cuentas. Éxito total. El poder que está tomando Peña Nieto, está para preocuparse. No es de mal pensados imaginar que mucho del dinero de los estados se ocupará para los gastos que va a generar la embestida que de un momento a otro iniciará el gobernador mexiquense. Para su proyecto se necesitará dinero, mucho dinero. No cabe duda que la elección en el PRI está definida. Es Peña Nieto y ya desde ahora se prepara la plataforma que lo llevará a la presidencia de la Republica.