Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
12 de noviembre, 2009
En el último año de su gobierno, Eugenio Hernández Flores acredita haberse doctorado en política: pidió ayer en Reynosa liquidar el imperio del centralismo y ceder las atribuciones federales a los municipios y horas más tarde firmó un acuerdo con el gobierno federal panista para detonar realmente el mega-proyecto La Pesca. El circo de dos pistas muestra al mismo actor pero en dos facetas diferentes pues mientras que en la frontera se pronuncia en contra de la concentración del poder (el presidencialismo), en el Distrito Federal se acoge al proteccionismo gubernalmental para sacar adelante el ambicioso proyecto de desarrollo turístico. El Gobernador estuvo apenas dos horas en Reynosa, para inaugurar la Quinta Sesión Plenaria de Ciudades Fronterizas del Norte de México, una reunión que concentra a los alcaldes o sus representantes, de toda esa zona. (El gobierno de Felipe Calderón Hinojosa cometió la grosería de cancelar a última hora la asistencia de un Sub-secretario de Gobernación que recogería las conclusiones de las mesas de trabajo). En su mensaje, el ingeniero Hernández Flores anunció que promoverá con los representantes populares que integran el Congreso de la Unión las reformas necesarias para que se desconcentren las funciones y atribuciones actualmente en manos del poder ejecutivo federal. Se declaró partidario de conceder a los gobiernos municipales las facultades para manejar y administrar los recursos de los programas de asistencia social, de promoción económica y de desarrollo integral. En este nuevo modelo de administración pública, el gobierno federal sólo jugaría un rol regulatorio, lo que se reflejaría en el desmantelamiento del ente burocrático que acltualmente le resulta al pueblo de México muy caro y al mismo tiempo, ineficiente. Felicitó Eugenio a los alcaldes congregados en la ciudad que gobierna Oscar Luebbert Gutiérrez, porque están poniendo a prueba su capacidad de coaligarse para enfrentar los mismos problemas y resolverlos. A renglón seguido, el mandatario hizo un llamado a estar atentos porque luego de la crisis económica, vendrá para las ciudades fronterizas un boom. “Hay que estar preparados para (atender) un crecimiento más acelerado”, dijo textualmente. Lo explicó con el razonamiento de que la recesión económica obligará a grandes consorcios internacionales a buscar nuevos y mejores centros de operaciones, y que las ciudades fronterizas mexicanas cubren ese perfil, por su alto nivel de competitividad, la calidad de la mano de obra y las facilidades gubernamentales concedidas. (Nos hizo recordar a López Portillo cuando pidió prepararnos para administrar la abundancia. Esa fue otra historia, con desenlace desastroso). El alcalde Luebbert Gutiérrez participó con una ponencia donde emplaza al gobierno federal a cumplir su compromiso de atención a los migrantes pues su omisión obliga a los Ayuntamientos a hacer desembolsos para resolver esas necesidades. Otros alcaldes desfilaron ante los micrófonos para proponer soluciones para otro tipo de problemas como la inseguridad pública, el turismo, el medio ambiente, los cruces internacionales. Las senadoras Amira Gómez Tueme y Lázara Nelly González Aguilar así como legisladores locales, asistieron como invitados de honor. Los diputados federales Everardo Villarreal Salinas y Edgar Melhem Salinas están concentrados en el Distrito Federal lo mismo que sus colegas tamaulipecos, pues es inminente que los convoquen a la sesión plenaria donde se aprobará el presupuesto de egresos. Ayer por la tarde, el coordinador de los tamaulipecos Rodolfo Torre Cantú llevó a su rebaño a la sesión de la comisión de presupuesto y cuenta pública, para revisar que todas las prioridades del gasto público del gobierno estatal estén contenidas en el presupuesto a aprobar. Los diputados están resignados a invertir todo el fin de semana en esta sesión crucial, donde cocinarán el presupuesto a su gusto (más bien al gusto de los Gobernadores), contrariando el orden y los montos de las inversiones que diseñó en su iniciativa el poder ejecutivo federal. Lo bueno es que esta votación no estará sujeta a la aprobación del Senado, como la Ley de Ingresos, pues les evitará a los diputados federales una tercera exhibida como ignorantes, insensibles o contrarios al interés ciudadano, como los ha hecho aparecer Manlio Fabio y Gustavo Madero, los coordinadores parlamentarios del Senado. (Por cierto, Everardo, Edgar y Cruz López Aguilar votaron en contra del doble asueto con pretexto de la Revolución Mexicana). Eugenio Hernández Flores viajó ayer mismo de Reynosa al Distrito Federal, para firmar con el director general del Fondo Nacional de Turismo, Miguel Gómez Mont, un convenio, acuerdo o pacto mediante el cual el gobierno federal “compra” el mega-proyecto de La Pesca. Se tardó tres años el ingeniero Hernández para abrir el ostión (convencer a FONATUR) pero valió la pena pues ahora viene la etapa más cómoda ya que los inversionistas de la cartera federal tendrán todas las facilidades para hacer el desarrollo. Gómez Mont ya es dueño del proyecto. Le cambió el nombre a Costa Lora y lo enmarcó bajó el esquema de un Centro Integralmente Planeado, CIP, el más reciente de los cuales data de hace 25 años, en Huatulco. El Secretario de Turismo Fernando Elizondo Torres está muy contento pues no sólo no desaparecieron su dependencia, sino que le echan esta carga de trabajo, la más importante del sexenio federal en materia turística. (Hubo un proyecto CIP en Escuinapa, Sonora, pero “tronó” por grillas baratas y algunas violaciones ambientales). Tamaulipas es un caso diferente. Se trata de 23 kilómetros de playa, en La Pesca, con 1,700 hectáreas para desarrollo inmobiliario, con todos los permisos conseguidos y sin problemas ejidales. En manos de FONATUR, contempla cinco zonas turísticas, de las que mañana hablaremos. Cerramos la colaboración con el apunte de que el Hospital General de Reynosa celebrará sus 15 años de fundación con jornadas médicas de invierno (conferencias, mesas de trabajo, exposiciones) donde el invitado de honor lo será el Secretario de Salud Juan Mansur Arzola. El director del nosocomio fronterizo, médico Néstor García Prugue, su sub-director Felipe Alcalá y el jefe de hospital Gonzalo Mercado Medina, tienen nada más un Premio Nacional de Calidad y no andan de presumidos. El galardón lo ganó el Hospital General de Reynosa en 2006 compitiendo contra otros 90 hospitales mexicanos. Además del reconocimiento que les entregó el Presidente Calderón, la Secretaría de Salud los premió con 400 mil pesos en equipamiento. Un dato adicional para redondear el motivo de orgullo fronterizo: el hospital de Reynosa ya había ganado el segundo lugar en el concurso nacional, siendo Presidente el señor Fox. Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com