Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
11 de noviembre, 2009
Se le concede poca oportunidad. Sin embargo, dadas las circunstancias, podría ser “el fiel de la balanza”. Ángel Sierra, ya sacó la cabeza, y le fue bien. Tipo serio, mesurado en sus declaraciones, poco dado a los escándalos o a las declaraciones alocadas, es sin duda, un prospecto que el PAN deberá tomar más en cuenta. Y es que en el agarrón que en las próximas semanas se darán los dos que aparentemente puntean en la carrera hacia la candidatura panista al gobierno estatal, Cabeza y Sacramento, podría surgir la figura del director del FONAES como el elemento que ponga la paz y deje contentos s todos. Cabeza anda moviéndose fuerte. Quiérase o no, dio un golpe con la insólita encuesta de Lavín y Asociados, la cual, que aun y cuando es criticada, logró inquietar, molestar y enojar a muchos. Incluidos panistas y priistas. Al diputado reynosense le atribuyen también la campaña de mantas en contra de su dirigente estatal, Garza de Coss. O sea, anda haciendo su chamba. Si se quiere, grilla porril, pero va a lo suyo. Sacramento en cambio, se mueve en otros terrenos. Desde el senado teje sus relaciones con la dirigencia nacional de su partido. Y en los próximos días, habrá de aprovechar el derecho que la ley le concede y promocionará intensamente en prensa, radio y televisión su informe como legislador, que hará en Tampico por cierto, y en una ceremonia que va a hacer palidecer de envidia al equipo de Cabeza. Al senador sus detractores le atribuyen una cercanía con el gobierno del estado, que califican de “insana”:Dicen que es amigo de Eugenio Hernandez y de muchos priistas, con los que come y convive. El se defiende diciendo que su labor legislativa le da la facultad y la libertad de acordar con autoridades federales, estatales y municipales. En cambio, a Ángel Sierra, nadie lo golpea. Mantiene una figura por encima de los dimes y diretes. Y desde su posición como alto funcionario federal, ha establecido los contactos necesarios para, en un momento dado, ser tomado en cuenta. En esta semana se ha dejado ya ver por tierras tamaulipecas. Aprovechó una gira por algunas comunidades y declaró estar “a las ordenes de lo que su partido diga”. Inteligente, hábil, Ángel Sierra se mueve por la orilla del terreno. Sabe perfectamente que de todos los aspirantes (incluido Sampayo, Loncho Mejía, Arturo Elizondo y otros), es el más serio y formal. Y ello, lo puede hacer el ganador.