Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
20 de octubre, 2009
A nadie le debe quedar duda a cerca de que los gobernadores prisitas operaron. Y que mucho tuvieron que ver en la “contra propuesta” que los legisladores tricolores presentaron. Es más de lo mismo. No es otra cosa que el mismo esquema de siempre. Y en ese escenario, terminan pagando más impuestos los que siempre pagan. Y seguirán sin pagar los que nunca pagan. Aumentar el IVA un puntito fue la salida más fácil. Los priistas mantuvieron su postura en contra del pretendido 2 por ciento al consumo general. Ahora dirán que “en defensa del pueblo y de las clases populares, se opusieron ferozmente a ese impuesto”. Pero no defendieron del mismo modo las alzas a otras imposiciones fiscales. A los gobiernos estatales les convenía un mecanismo que no los dejara en la calle en el 2010. Y bajo el argumento contar con recursos para que no se suspendiera la obra publica de infraestructura y otros servicios como seguridad publica y salud, recomendaron a “sus” diputados llevar a delante esa llamada “contra propuesta”, tan sencilla como atentatoria. Y en una actitud populista y anticuada, rechazaron a toda costa gravar alimentos y medicinas, a cambio de aumentar el impuesto al valor agregado. Que no es otra cosa que dar atole con el dedo. Y más de un diputado sale y dice que “no fue propuesta del PRI, sino del Ejecutivo, porque está dentro de sus facultades”. Pero es obvio y evidente que no es así. Dicen los que saben que en el IVA hay exenciones, devoluciones y diversos mecanismos para evadirlo. Que es un impuesto que no sirve, ni para administrar, ni para recaudar. Que este aumento solo sirve para seguir privilegiando el gasto corriente, y que no impulsa el crecimiento económico. Ahí nos llevaron nuestros legisladores. Incluyendo a los de Tamaulipas. ¿Y que decir del aumento al ISR que también aprobaron? Ese impuesto sobre la renta que va directo a la flaca remuneración que reciben los trabajadores asalariados, va a ser un golpe en la boca del estomago para aquellos que menos tienen. Y a los que nunca les preguntan nada. Simple y sencillamente se los ejecutan. Se insiste. No se vio voluntad, ni de parte del ejecutivo, ni de la actual legislatura, para buscar novedosos mecanismos recaudatorios, que no impactaran directamente en la clase media y baja de este país. Al contario, le cargaron la mano. Es más de lo mismo. El Presidente, su partido, o el PRI, pagarán el costo político. Se lo merecerán.