Con todo el Poder de la Información

Luis Alonso Vásquez

Dirección General

Martha Isabel Alvarado

Sub Dirección General

Logotipo Reportes en la Red
El Partenón
Alberto Guerra Salazar

Denuncia nacional contra Cabeza

Alberto Guerra Salazar

José Inés Figueroa

Que todo México se entere

José Inés Figueroa

Max Avila

Ajuste de cuentas

Max Avila

Arnoldo García

Mas Presidenta

Arnoldo García

México

Efectos del 'Día de Acción de Gracias'

José Luis B. Garza

25 de noviembre, 2011

Parece que no es posible sustraerse, por la cercanía de Texas y la relación de los texanos con  los mexicanos y, particularmente los tamaulipecos, a una de las celebraciones estadounidenses de mayor importancia .

Esta semana, en cumplimiento de la tradición arraigada y aceptada por los habitantes de los Estados Unidos, se celebró  el "Día de Acción de Gracias", que tiene lugar el cuarto jueves del mes de noviembre. Para muchos es una fecha con una relevancia superior a la propia celebración de la Navidad.

Los orígenes históricos de esta fecha se remontan a un frío y brumoso día del 11 de noviembre de 1620 cuando ciento veinte puritanos ingleses entre hombres, mujeres y niños llegaban en la nave Mayflower a la bahía del Cabo Cod y dentro de ella, más propiamente al pequeño golfo de Plymouth, costa perteneciente entonces a las incipientes colonias denominadas Nueva Inglaterra.

Dichos inmigrantes pertenecientes a grupos religiosos disidentes de la Iglesia oficial anglicana perseguidos en Inglaterra por la nueva dinastía de los Estuardos, presbiterianos y anglicanos en su gran mayoría, decidieron emigrar a las nuevas tierras de la América Inglesa en busca de libertad y posibilidades de hacer una nueva vida.

Su primer año de vida frente a la Roca de Plymouth fue de privaciones y dificultades sin límites luchando contra las inclemencias del tiempo, falta de alimentación y desconocimiento del terreno. Gracias a su perseverancia, al buen trato con los indios aborígenes y a la cooperación que ellos les prestaron enseñándoles sus cultivos y medios de vida para afrontar su aclimatación, pudieron subsistir.

En noviembre de 1621, después de haber perdido a más de la mitad de los pobladores de la incipiente colonia por hambre, pestes y enfermedades, su constancia, fe y sacrificio coronaron sus esfuerzos permitiéndoles obtener una excelente cosecha, mejores condiciones climáticas y un relativo bienestar.

Agradecidos en su patria de adopción y en compañía de sus amigos indígenas los Wampanoag y su jefe Massasiot, pidieron la bendición de Dios para todos ellos y sus descendientes, reconociendo las bondades de esta tierra de promisión.

Los festejos se prolongaron durante tres días con variados alimentos autóctonos de la región como gallinetas y pavos salvajes aderezados y condimentados con la cocina europea.

Hermoso ejemplo de comprensión, tolerancia y hermandad de dos pueblos y razas tan distintas y distantes en sus orígenes y formación histórica pero unidos por la condición innata de igualdad de origen de todos los hombres.

Con posterioridad a esta histórica fecha miles y miles de inmigrantes puritanos, huyendo de las violencias y persecuciones en su patria, llegaron a las costas de Nueva Inglaterra constituyendo importantes núcleos que fueron conformando los futuros estados de Maine, Vermont, Massachusetts, Nuevo Hampshire, Rhode Island, Connecticut y Nueva York entre otros.

He ahí una de las razones por la que la celebración permanece vigente. Los migrantes que han llegado de todas partes del mundo se han identificado con esta fecha, que cada año se celebra con renovado fervor. El Valle de Texas no es la excepción.

Claro, como en todas las latitudes de la Unión Americana, los hispanos y en especial los mexicanos le han impuesto su sello a la tradición. A la cena de acción de gracias, donde no debe de faltar el pavo, los paisanos le han incorporado tamales, carne asada, barbacoa y otras delicias de la gastronomía azteca, sin faltar, generalmente, unas heladas cervezas para preservar la mexicana alegría, como suele decirse.

Desde luego, lo mejor viene al día siguiente con el llamado "Viernes negro", caduco los grandes almacenes  ofrecen   grandes ofertas que provocan que se registren las mayores ventas durante todo el año.

Imposible ignorar tales acontecimientos y, para prueba, la promoción del llamado "Buen fin" mexicano en que se intentó reproducir  el "Viernes negro" norteamericano, con, dicen, mucho éxito en algunas ciudades mexicanas.

 

Más artículos de José Luis B. Garza
El Partenón
Martha Isabel Alvarado

¿Así o más veloces?

Martha Isabel Alvarado

José Ángel Solorio

Llegó la desguachicolización

José Ángel Solorio

José Luis B. Garza

La frontera, un tercer país

José Luis B. Garza

Carlos López Arriaga

¿Non grata para quién?

Carlos López Arriaga

Clemente Castro

Van contra la impunidad

Clemente Castro