Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
4 de agosto, 2009
Cuando los Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidieron postergar el análisis y la resolución de la controversia constitucional promovida por el PRD contra los poderes legislativo y ejecutivo de Tamaulipas, solicitando el cambio en la fecha de la próxima elección local, los políticos de este estado respiraron tranquilos. Y es que el lunes 3 de agosto, cuando apenas regresaban de vacaciones, recibir la sentencia de la SCJN, hubiera sido muy difícil. Nuestros políticos necesitan más tiempo para rearmarse después del descanso. Y aunque ya se imaginan cual será la sentencia de los magistrados, el hecho de saber que será hasta el jueves cuando probablemente se ocupen del caso Tamaulipas, da la oportunidad de más planeación y definiciones sobre acciones a tomar. Incluso es muy probable que dada la carga de trabajo en la Suprema Corte, el tema que nos ocupa, no sea de los primeros en revisar. Y que la duda se prolongue un poco más. Los que dicen saberlo todo, aseguran que la SCJN decidirá un fallo favorable a la controversia perredista y que la elección de gobernador, alcaldes y diputados locales, se realizará en julio del año próximo. Esto, obvio, acelerará los tiempos y desde ya, comenzarán los movimientos y acomodos entre quienes quieren. Pero una cosa es querer y otra es poder. Quien manda políticamente en este estado tendrá que fajarse los pantalones y evitar que la entidad se convierta en una cena de negros. Primero se tendría que definir un candidato a gobernador, para de ahí partir hacia las “otras listas”. El sistema político priista establece que es el candidato quien anota. Y decide. Pero también se sabe que es el gobernador en funciones, quien recibe la cortesía de hacer algunas propuestas. A los acelerados ya no se les puede detener. Solo se les puede exigir orden. Y disciplina. Una vez que sea oficial el fallo de la SCJN, habrá seguramente movimientos visibles e invisibles. Nuevamente volveremos a ver a esta entidad envuelta en ambientes grillos. Y desde luego, el primer punto de discusión, será la forma en la que elegirán a sus candidatos. Obvio, solo hablamos de los priistas, quienes después de la rotunda victoria de hace un mes, todavía andan bajo los efectos del triunfo. El propio Ricardo Gamundi, dijo ayer en Ciudad Victoria que nuevamente “irán por el carro completo”. Tempranero optimismo, producto de la confianza que le da el haberle atinado al osado pronostico de la elección anterior. Y por el lado del PAN, las cosas no están claras. Cabeza de Vaca ya comenzó su promoción. Jose Julian Sacramento, pronto hará lo propio. Angel Sierra no ha ocultado sus intenciones. Y algún panista del sur también querrá hacer su lucha. Total, que independientemente del fallo de la Suprema Corte, esto ya empezó. Y no se puede parar. Solo medio controlar.