¿Qué pretende?

Raúl HERNANDEZ

10 de diciembre, 2009

Los destapes están a la orden del día. Si ayer fueron Jorge Sosa y Jorge Valdez los que se destaparon como aspirantes a candidatos a gobernador por el PRD, ahora el que se sumó a la lista es Francisco Chavira Martínez, aunque no sabemos cómo pretende registrarse si la dirigencia formal no lo quiere y son ellos los que se encargarán del registro. No solo hay destapes en el PRD. En Convergencia su líder estatal, Emiliano Fernández destapó a prospectos a alcaldes en 14 municipios y para la gubernatura filtro el nombre del agente aduanal Salvador Rosas Quintanilla, quien vive y tiene sus negocios en Nuevo Laredo. El destape de Salvador Rosas suena poco creíble. Rosas es un destacado empresario que maneja las importaciones de carne de una cadena de supermercados estadounidenses que operan en todo México. Su más reciente proyecto empresarial es instalar un centro logístico para la exportación de productos michoacanos que se enviarán a Estados Unidos y Canadá. Es un proyecto que vale 4 millones de dólares y que se levantaría junto a la aduana de Colombia, Nuevo León. Es un hombre sencillo en su trato, aunque acostumbrado a los lujos y que gusta de viajar en su propio avión. En cuestiones políticas, Rosas a sido errático. Hace algunos años simpatizó con el PAN y en cada proceso electoral estaba listo para apoyar con dinero a los candidatos a los diversos puestos, pues siempre ha gozado de una billetera lista para usarla. Luego se fue al PRI donde encabezó el Comité de Financiamiento de la campaña de José Suárez López. En las elecciones federales de este año, figuró como candidato a diputado plurinominal por una coalición y por un partido. La coalición PT-Convergencia lo registro como candidato propietario en el lugar cinco de la segunda circunscripción, en tanto que el PRD lo anotó en el mismo lugar, pero en calidad de suplente y días después tuvo que sustituirlo. No hay la menor duda de que Salvador Rosas es un personaje con una abultada cuenta bancaria que le permitiría realizar una buena campaña, en la medida en que esté dispuesto a meterle dinero bueno al malo, porque con Convergencia solo compraría las siglas, pues todo lo demás tendría que comprarlo con su dinero, desde gente que le maneje la campaña, personal que le cuide las casillas, abogados que lo protejan en el comité electoral, expertos que capaciten a todo mundo. Tendría que hacerlo absolutamente todo, pues Convergencia es solo un membrete. Y además un membrete venido a menos. Si finalmente aceptase postularse como candidato a gobernador, tendría escasísimas posibilidades de ganar, aún aunque se gastarse los 90 millones de pesos autorizados como tope de gastos en la pre-campaña y en la campaña. Emiliano Fernández también destapó para la alcaldía de Nuevo Laredo a Martín Alvarado García, quien encabeza a un grupo de belicosos abogados que lo mismo se presentan en la Barra de Abogados a exigir que se les inscriba en masa, realizan un plantón afuera de la Junta de Conciliación y Arbitraje para pedir la destitución de su presidente o van a la colonia Blanca Navidad amenazando con desalojo a los vecinos.