Panistas ‘se agarran del chongo’

Héctor Garcés

4 de julio, 2024

A un mes de la estrepitosa derrota electoral que sufrió el PAN, el reparto de culpas llegó a un nivel que raya en la majadería, en la vil grosería.

El abierto pleito que sostuvieron en el canal digital ‘Atypical TeVe’, Javier Lozano, exsecretario del Trabajo en el sexenio de Felipe Calderón, y Marko Cortés, todavía presidente nacional del partido blanquiazul, fue reflejo de la crítica situación que vive la derecha mexicana, confrontada entre sus grupos, hundida en la incertidumbre y sin entender lo que realmente sucedió en las urnas el 2 de junio.

Ambos, Javier Lozano y Marko Cortés se dijeron sus crueles, duras e incómodas verdades, como si fuera una batalla en super libre en un cuadrilátero se dieron con todo, hasta con la cubeta.

Uno, Lozano, actúo como vocero de facto del expresidente Felipe Calderón. El otro, Marko, respondió con los argumentos de la corriente de Ricardo Anaya.

Cosa curiosa, tanto Calderón como Anaya se encuentran prácticamente en el exilio, viven fuera del país, virtuales prófugos de la justicia… tal como pasa con el exgobernador panista tamaulipeco o, mejor dicho, texano, Francisco García Cabeza de Vaca, quien, por cierto, ya ni asoma la cara en las redes sociales tras la apabullante victoria de Morena en Tamaulipas.

La bronca entre Javier Lozano y Marko Cortés subió de tono cuando el dirigente nacional del PAN mencionó el nombre de Genaro García Luna, el influyente y poderoso secretario de seguridad pública en el sexenio calderonista, y afirmó que fue un pesado lastre para la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez y de la alianza ‘Fuerza y Corazón por México’.

Al escuchar el nombre de Genaro García Luna, detenido en Estados Unidos tras ser encontrado culpable de proteger al crimen organizado y de traficar drogas, Javier Lozano se enojó y se lanzó en contra de Marko Cortés. A partir de ahí, como dicen en el barrio, se agarraron del chongo y la discusión se salió de control.

Lozano se fue directo a la yugular y le preguntó por qué no había renunciado a la presidencia nacional del PAN después de la derrota electoral y por qué se había registrado en el primer lugar del listado plurinominal al Senado. Ante el cuestionamiento, Marko titubeó.

Ya con varios ‘raspones’, Marko contestó con otro ‘derechazo’: Javier Lozano está enojado porque no fue incluido en la lista de diputados federales plurinominales. Incluso, dijo que le ofrecieron una candidatura para competir por el Distrito 11 de la Ciudad de México, pero que el exsecretario del Trabajo la rechazó, ya que quería ir a la segura, por la vía pluri. Los dos se tacharon de mentirosos.

Eso no fue todo: el pleito panista continuó en las redes sociales, entre Marko Cortés y Felipe Calderón. Una vez más, el nombre del delincuente Genaro García Luna salió a relucir.

Desde España, donde vive en una residencia de lujo, Calderón respondió con franca molestia, enojado posiblemente porque Marko puso en evidencia los excesos y los errores de su gobierno, aquél que se gestó en medio de un fraude electoral grotesco y que se manchó de sangre con una violencia despiadada a lo largo de seis años.

La confrontación mediática entre Javier Lozano y Marko Cortés retrata a la perfección algo que ya se sabe: la derrota es huérfana, nadie asume la responsabilidad.

Como en todo resultado electoral, la derrota responde a una serie de factores políticos que se conjugan. La derrota, al igual que la victoria, es multifactorial.

La derrota del PAN tiene que ver, entre otros factores y ciertas circunstancias, a la pésima candidata presidencial que eligieron, a la cuestionable alianza establecida con el PRI y el PRD, a la mala imagen que dejaron sus expresidentes (Vicente Fox y Felipe Calderón), a la gris y errática conducción de Marko Cortés en la dirigencia del partido y, por supuesto, a la pestilente corrupción del criminal y narcotraficante Genaro García Luna.

Todo eso influyó en la derrota del PAN, un partido que necesita analizar con calma y con profundidad lo que sucedió en las urnas el 2 de junio, a fin de iniciar una necesaria y urgente reconstrucción política.

 

ENTREGA EL GOBERNADOR LAS PRIMERAS CREDENCIALES DEL PROGRAMA IMSS-BIENESTAR

Fue una entrega simbólica a media docena de beneficiarias, pero es un hecho que el programa IMSS-Bienestar ya está en marcha en Tamaulipas con una inversión, de entrada, de 3 mil 200 millones de pesos.

En un enlace vía digital realizado el martes pasado desde el salón Independencia del Palacio de Gobierno de Ciudad Victoria a ‘La Mañanera’ del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador tamaulipeco Américo Villarreal Anaya entregó las primeras tarjetas del programa IMSS-Bienestar.

La meta es que el nuevo modelo de atención a la salud llegue a un millón y medio de beneficiarios en Tamaulipas, los que contarían con un servicio gratuito de consulta médica, medicinas, estudios clínicos y, en caso de ser necesario, hasta una cirugía.

Con la aplicación del IMSS-Bienestar a nivel estatal, los beneficiarios contarán con un expediente clínico electrónico, algo que se instrumenta por primera vez.

Al sumarse al programa IMSS-Bienestar, Tamaulipas recibió el apoyo para terminar de construir los hospitales de Ciudad Madero y Matamoros, los que, por diversas irregularidades administrativas y financieras, se quedaron ‘a medias’ en el sexenio pasado.

Además, el gobernador Américo Villarreal anunció una acción que gustó mucho al personal de la salud en el estado: la basificación de 535 trabajadores más por medio del IMSS-Bienestar. Esos trabajadores contarán ya con una plaza laboral fija.

Al tomar la palabra, Luis Lauro Reyes Rodríguez, delegado de los programas federales para el bienestar, dijo que los casi 600 servidores de la nación que laboran en el estado se van a sumar a la entrega de las tarjetas del IMSS-Bienestar a los beneficiarios.

 

RESPALDAN DIRECTIVOS LA TRANSFORMACIÓN DE LA UAT

Bajo la convocatoria del rector de la UAT, Dámaso Anaya Alvarado, se reunieron en Valle Hermoso los 26 titulares de las facultades, escuelas y unidades académicas de la universidad.

Fue, en otras palabras, la quinta reunión ordinaria del Colegio de Directores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, realizada apenas días después de la presentación del Plan de Desarrollo Institucional.

Todos los directivos, los 26, se sumaron al respaldo de los objetivos y metas que busca alcanzar el plan, una ruta hacia la transformación universitaria planteada por el rector Dámaso Anaya Alvarado.

El rector de la UAT destacó, ante todo, la relevancia del trabajo en equipo para lograr el desarrollo de la máxima casa de estudios de Tamaulipas.

Un ambiente de unidad y trabajo se respira en la universidad con el liderazgo de Dámaso Anaya.

 

Y PARA CERRAR…

Úrsula Patricia Salazar Mojica se tambalea de la Junta de Gobierno o Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado rumbo a la siguiente Legislatura. Afirman que está a punto de naufragar.

La diputada local tampiqueña ya no siente lo duro, sino lo tupido y lo movido del oleaje de ‘La AVAnzada’. ¿Qué tal?