PRI y PAN, silenciosa agonía

Max Avila

17 de January, 2023

La presunta fortaleza PRI-PAN-PRD es alimentada solo por medios de comunicación y “anolistos” cómplices de la corrupción e inmoralidad neoliberal. ¿De dónde si sus dirigentes son cadáveres políticos que no impresionan ni al más ingenuo de los militantes? No entienden que el desprecio popular va en aumento con el riesgo de perder su registro en cualquiera de las elecciones por venir.

Ahora mismo el voto mayoritario inclina su tendencia hacia Morena en Coahuila y Estado de México y no será raro que este mismo año el tricolor conserve apenas Durango, en tanto el panismo se aferra en Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Querétaro y Yucatán y el Movimiento Ciudadano en Nuevo León y Jalisco. Ya sabéis que el partido de AMLO gobierna en 21 entidades además de su aliado SLP bajo control del Verde Ecologista.

Usted dirá que Coahuila está en veremos por la deslealtad de Ricardo Mejía Berdeja quien en obediencia a sus ambiciones irá por la gubernatura abanderando al PT. No creemos que esté en riesgo el triunfo del morenista Armando Guadiana y menos frente al ex subsecretario de seguridad pública a quien le ganó la egolatría tras aparecer en algunas “mañaneras”, antes de lo cual pocos lo hacían en el mundo.

Los conservadores entonces, no tienen futuro ni con la exagerada publicidad aportada por los grupos empresariales que van con todo en el objetivo de golpear a la 4T y al proyecto transformador en marcha. No olvidéis que los intentos han sido muchos y variados con igual número de fracasos. Uno más es apoyar sin restricciones al PRI, PAN, PRD aplicándole respiración artificial para que lleguen siquiera al último round en el combate por la democracia y la justicia social cuyo triunfo indiscutible pertenece a Morena, es decir, a Andrés Manuel López Obrador.

El señalado amasiato partidista no tiene autoridad moral para competir. Son los mismos que firmaron el tristemente célebre “Pacto por México” mediante el que legitimaron el saqueo y la entrega de los recursos naturales por parte del gobierno de Peña Nieto, inventando reformas “estructurales” patrocinadas por el Banco Mundial complementando la perversa intención privatizando salud y educación. En este sentido es bien conocida la restricción de ingreso a las universidades públicas, especialmente a medicina, y desde luego la satanización hacia el sector magisterial pisoteado en sus derechos laborales más elementales.

El asunto es que PRI, PAN, PRD pretenden ganar la confianza de aquellos a quienes traicionaron cuantas veces les fue ordenado por sus patrones en turno. Ei cinismo de Alejandro Moreno Cárdenas, Marko Cortés y Jesús Zambrano no tiene límites. Es como invitar a que los mexicas se agreguen al proceso de descomposición que desde hace tiempo corroe las entrañas de los partidos en cuestión o, mejor dicho, de quienes los han dirigido los últimos cuarenta años.

No se requiere mucha ciencia para imaginar las diferencias en cuanto se acerquen los tiempos de decidir la candidatura presidencial. (Nota. - en lugar de “diferencias” estuve tentado a escribir “partidas de madre” pero me arrepentí porque ya se avecina el día de la Candelaria). Y aunque ahora presumen acuerdo amistoso y tolerante sobre el tema, lo cierto es que el choque es inevitable por la cantidad de aspirantes, no menos de una docena, que ya se disputan tal privilegio a pesar de saber que la posibilidad de triunfo es nula.

                                               

LO QUE UN DÍA FUE…

En Tamaulipas PAN y PRI agonizan tomados de la mano. El primero difícilmente volverá a engañar y el segundo apenas respira. No extraña esta penosa situación derivada de la madurez ciudadana que los condena a la extinción.

El panismo se desmorona después de efímero disfrute alimentado desde el poder estatal que lo condujo por caminos de fantasía que inesperadamente desembocaron en el vacío. 

Ahora no hay nada, nadita de nada de donde aferrarse. La orfandad agobia y “los ideales” pierden su razón de ser. Las nóminas oficiales desaparecen mientras los dineros clandestinos escasean. Casi nadie apuesta por lo que antes fue inversión segura y multiplicada a la brevedad, sin excusa ni pretexto. Algunos aprovecharon, pero la mayoría silenciosa se convirtió en indigente ejército que apenas empieza a explicarse el origen del desastre.

El PAN no es el mismo que ofendía con sus desplantes de gran señor feudal en pleno siglo XX1. Ahora es el manso siervo dispuesto a comer de la sencilla y humilde mano ciudadana al tiempo de implorar el regreso de la confianza perdida.

Mientras tanto el PRI arrastra su ataúd en busca de cobijo y algo de alimento que le permita sobrevivir al menos unas horas en tanto localiza el sepulcro. Para el tricolor no existe el mañana después de agotar su dosis de servilismo, ignominia y dignidad que lo llevó a lamer las botas del triunfador de ocasión.

En este desventurado Tamaulipas donde todo ha sucedido, solo queda la esperanza de que nada es para siempre.

SUCEDE QUE

A nadie debiera sorprender el otro rostro de Manuel Muñoz Cano, es decir, el de la traición.

Y hasta la próxima.